Antes de salir de casa, alguien me preguntó cómo me encontraba. Respondí que “mejor”, que es una respuesta ambigua y poco comprometida cuando no se concreta el término de comparación. Lo cierto es que yo tenía fiebre, 39 grados; pero sólo era gripe, y se casaba Lupe. ¿Cómo podía faltar?
Lupe era una chiquilla —sigue siéndolo todavía— que se me antojaba recién salida del colegio. Su novio, Carlos, un tipo fuerte, listo y seguro de sí mismo, pasó mi examen a la primera y con buena nota.
Por aquella época estrenaba yo mi primer portátil, un magnífico 486 en blanco y negro. Con él preparé el guión de la homilía, que aún conservo.
A bordo de un prodigioso Ford Fiesta blanco de tres puertas, me perdí por las calles del centro y a duras penas llegué a la Basílica de San Miguel. El cielo estaba encapotado como mi sesera. Aparqué en el lugar más prohibido de Madrid y entré en el templo un poco antes que la novia.
Estoy seguro de que el matrimonio fue válido, pero apenas recuerdo nada más. Me mareé un par de veces, aunque sólo se enteró el conserje. Con las prisas, olvidé la homilía en el coche, y tuve que balbucir lo que buenamente se me fue ocurriendo. Fernando, el padre de Lupe, me había aconsejado que hablase de la virtud de la paciencia, que según él es lo más importante en el matrimonio, pero me temo que le hice poco caso.
Terminada la ceremonia, un amigo compasivo me llevó a casa en mi propio coche.
Carlos y Lupe han tenido, de momento, cuatro niñas rubias: Pati, María, Lupita y Carlota. Además me tienen a mí, que formo parte de lo que en esta misma página llamé “la tribu Pimentel”; por eso me sentí un poco ofendido ayer cuando me recordaron el aniversario. ¿Cómo voy a olvidarme de esta fecha?
Además hoy no tengo fiebre como entonces.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
miércoles, 14 de octubre de 2009
Hace 14 años...
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17 comentarios:
Me suena esta familia de algo... Será porque esas "Lupitas" son mis sobrinas??? Una entrada preciosa D. Enrique!!!
Felicidades a los Pimentel y a usted, por seguir con tanto cariño y oraciones la vida de sus pupilos cuando salen del cole. Qué suerte tienen.
Preciosa entrada. Felicidades a "los novios"
D. Enrique, soy la suegrísima,(Sese), aunque le sigo todos los meses en Mundo Cristiano es la primera vez que me meto en su blog. Fantástico! que bonito! Siga rezando por estos "lupitos" de mi alma. Muchas gracias
¡Felicidades al matrimonio y al que los casó! Ya veo que usted hace lo que sea por los suyos, así tiene que ser...
¡Y que crezca la familia!
MUCHISIMAS GRACIAS .D.ENRIQUE,DENTRO DE NADA CELEBRAMOS LAS DE PLATA,ESPERO VERLE PRONTO,Y GRACIAS POR SEGUIR REZANDO POR NOSOTROS A DIARIO.LUPE
Muchas felicidades a esa fantástica familia!!...Don Enrique, no nos conocemos (aún)pero si puede acuerdese de lanzar algún rezo por mi..me caso en 10 días!!!.
Preciosa historia. Enhorabuena a los Pimentel y gracias a usted por llevarnos de viaje imaginario a aquel dia. Tengo ganas de leer alguno de sus libros. Aún no he leído ninguno. Si usted o alguno de los comentaristas me quiere sugerir el primero, estaré muy agradecida.
Ya es casualidad encontrarme a los Llamas Pimentel en este Blog, felicidades a esta familia tan maja.
Carlos escondido detrás de la cámara, bueno, como siempre, discreto pero ayudando mucho a Lupe a tirar "palante".
¡Qué recuerdos de Madrid, Aldeafuente, Soto...!
Un abrazo para todos,
Xavier G.
Enhorabuena a la tribu Pimentel!
A mí también me casó un sacerdote con fiebre,un día de lluvia y con una homilia no demasiado coherente pero... despues de 22 años, aquí seguimos ¿Traerá suerte? Puede..........
Felicdades a la "tribu Pimentel." Hoy cae alguna oración por vosotros. También cae alguna por la fiebre de Don Enrique. Usted cuidese.
Muchísimas felicidades!!
Benita(estoy en clase...)
Que ilusion me ha hecho ver a los lupitos por este blog.
Mi hija pequeña es compañera de lupita,y de la madre no hay comentarios posibles....es un crak.
Me tiene prometido desde hace tiempo unas croquetas en su casa para concerle a usted pero no termina de rematar la invitacion.
Carlos,un gran hombre y despues de 14 años todavia cuerdo entre tanta mujer,tiene ya el cielo asegurado.
GRACIAS
D. Enrique, gracias por recordarnos estas fechas tan bonitas y por hacer que nos acordemos de los protagonistaas. Lupeeeee, prima, un beso enorme para ti y para Carlos.
Soy fiel seguidora de D. Enrique.
Un beso enorme a todos desde Jaén.
Cuidate. ( Ya me dijo mi madre que estabas fenomenal y guapisima. ;)
Patricia
Qué emoción ver la basilica de San Miguel! Allí se casaron mis padres y mis suegros hace 45 años; allí nos casamos mi chico y yo hace casi 15, y tiene para nosotros sabor especial, sabor de invierno en Madrid, de chocolate con churros de procesión de Semana Santa... Sabor de amor.
Almudena
Te recomiendo sin pensarlo ni un segundo, "El Belen que puso Dios"
Es uno de los libros que mas he disfrutado, cada año para las epocas navideñas lo repito, y compro unos 7 o 10 libros y es el regalo para mis amistades, y todos sin excepcion una vez leido, me lo han agradecido, a todo el mundo les encanta.
¿Te puedo recomendar otro libro por el estilo?
pero no es de D.Enrique, es de un sacerdote mejicano Peñalosa, "El diario del Padre Eterno". Es una poesia de amor.
¿Lo conoce D. Enrique? pienso que le encantaria.
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