jueves, 26 de noviembre de 2009

Misas de difuntos


Todos los años en noviembre celebramos en el colegio varias Misas de difuntos por los parientes y amigos fallecidos de los alumnos, profesores y empleados. Como la capilla no es muy grande, repartimos a los chicos y chicas por cursos a lo largo de todo el mes.

Antes de cada misa, los que lo desean escriben en unas fichas los nombres de las personas por las que quieren rezar, especificando la relación que tienen con ellas: "mi abuelo, mi padre, una amiga", etc.

Los chavales saben ser generosos: se preparan muy bien para asistir a la celebración eucarística, muchos se confiesan y anotan bastantes nombres, incluso de parientes lejanos o de personas que fallecieron hace tiempo.

Claro que, de vez en cuando, uno se encuentra con sorpresas. Por ejemplo, ésta:

"Por Violeta (mi perra)."

Ha sido necesario explicar a la autora de la nota con la mayor delicadeza posible que no está previsto celebrar sufragios por los cánidos,

13 comentarios:

chon dijo...

Ya se que no viene a cuento pero quería preguntar si alguien sabe cómo está aquella amiga de Andrea Rodil del Valle que tiene una hijita de 7 años con cancer terminal.

Papathoma dijo...

Si me admite una ficha a mí también... Hace unos días ha muerto una compañera de trabajo a quien quiero mucho: 34 años, se había casado hace 2 y vivía en Sevilla desde entonces.No practicaba y el consuelo es más difícil, pero le estoy pidiendo a la Virgen que le arranque a su Hijo la gracia de la conversión. Para Dios no hay tiempo, ¿no?

Bernardo dijo...

No he encontrado la cita original, y ya lo siento, pero creo recordar que Juan Pablo II dijo en 1990 que "los animales poseen un alma y los seres humanos deben amar y sentirse solidarios con nuestros hermanos menores".

Disclaimer: Ojo, que no es mi intención enmendarle la plana a don Enrique, sino aportar quizá un poco de consuelo a los que pierden a sus mascotas.

danimorcillo dijo...

En Erain hacemos algo parecido. Y también hay alguna sorpresa que otra. Un alumno ha pedido por Michael Jackson, porque cree que todo el mundo se acuerda de su música pero nadie va a rezar por su alma.

Maria Luisa dijo...

Acláreme el asunto del alma de los perros.(Soy muy "perrera").
Me parece que dijo Juan Pablo II que los perros o los animales (estoy liada) tenían alma. ..?

A quienes convivimos con perros y los conocemos, no nos sorprendería que tuviesen alma.

Almudena dijo...

Menudo don le ha hecho Dios poniéndole a tanto chaval cerca! Así no hay quien se oxide. Y tienen mucha suerte también ellos de que alguien no símplemente les niegue algo, sino que se lo explique.

Isa dijo...

Pobre, se quedaría chafado/a...La verdad es que los que vivimos con animales les tomamos un cariño que su pérdida nos hace "hasta" sufrir...
Rece también por una conocida mía que ha muerto invadida de cáncer a los 25 años.
Gracias.

Vivir con humor es mejor dijo...

Pues yo me sorprendí rezando por mi perro cuando murió este verano. Incluso hay días que en el memento de difuntos de la Misa, me sale de modo automático pedir por Toby.

Juan Pablo II, en el 90, dijo esto:
“los animales poseen un alma y los seres humanos deben amar y sentirse solidarios con nuestros hermanos menores”.

Enrique Monasterio dijo...

Supongo que debo apostillar vuestros comentarios sobre el “alma” de los perros.
Es doctrina común, y por cierto milenaria, que los animales tienen lo que Aristóteles llamaba “alma sensitiva”, que no sólo les capacita para ejercer las funciones vegetativas o nutritivas, sino que controla la percepción sensible, el deseo y el movimiento local. Gracias a esa alma, los animales disponen de todas las sensaciones necesarias para su supervivencia, tales como el gusto, el tacto, la imaginación, la memoria, los sentimientos, etc.
Esto significa, dicho breve y rudimentariamente, que un perro es más que una piedra o que un rosal en la escala de los seres. No quiere decir, en cambio, que el “alma” de los animales sea inmortal ni que sean “hijos de Dios”, creados a su imagen y semejanza, como lo somos los hombres.
Juan Pablo II, como otros muchos, afirmó en varias ocasiones que el amor a los animales también nos acerca a Dios, y nos dignifica, nos hace más humanos, porque podemos sintonizar con su “alma” y entablar con ellos una relación singular; los “domesticamos”, es decir, los hacemos parte de nuestra casa y depositamos en ellos nuestra capacidad de afecto. Si podemos descubrir a Dios en la belleza de un paisaje, ¡cuánto más en el afecto real de un animal, en su mirada o en su lealtad!
Quien maltrata a un animal se deshumaniza, se degrada como persona. Por eso es reprobable, no porque el animal sea sujeto de derechos, sino porque Dios los quiso como una joya de su obra creadora.

Bernardo dijo...

¡Gracias, don Enrique!

Anónimo dijo...

Menos mal que nos lo ha aclarado...es que yo nunca rezo por los animales...ahorro fuerzas para hacerlos por los humanos.

ann dijo...

D.Enrique, esta aclaracion esta muy bien.

el otro dia en una clase de filosofia, paso algo parecido, la maestra explicaba que todo lom que hay en la creacion tiene un alma, y una compañera dijo que los animales no tienen alma, la maestra explico que los animales tienen alma, el alma es lo que caracteriza cada especie, las plantas, tienen alma, el alma es lo que son, pero la diferencia del hombre, es que nuestra alma es espiritual, sobrenatural, inmortal.

Pero, esta claro que nos deshumanizamos si destruimos la creacion, o la tratamos mal.

No se si me explique.

Gracias D.Enrique

Atiam dijo...

El problema es que los afectos no están bien educados. Habría que conocer a los padres de esos niños. Aparece, no sólo en los niños sino también en adultos, un sentimiento hacia los animales similar al que se tiene por un familiar, amigo... y luego hay quien está de acuerdo con el aborto o eutanasia. Ole aí, qué incongruencia. Éste es un mundo de locos...