miércoles, 11 de noviembre de 2009

Una mañana corriente



Los periódicos de papel y los virtuales buscan titulares para definir la eliminación del Madrid a manos del Alcorcón: “catástrofe galáctica”, “bochorno insoportable”, “ridículo sideral”, “humillación en la Galaxia”… Salgo de casa improvisando una canción alusiva: “Los goles que marca Alcorcón/ no son azulgranas ni tienen color./ Alcorcón, Alcorcón, Pellegrini no come el turrón…, etc.”

Llego al colegio. Una chica lleva inscrito en su camiseta: ¡Soy de Alcorcón! Los del Atleti parecen moderadamente felices. No mucho porque, según me confiesa uno, “hemos ganado seis cero al Marbella, pero los titulares siempre se los llevan los mismos".

A la once y cuarto misa de difuntos por los familiares y amigos fallecidos de los chicos de segundo. En la homilía les preguntó en qué se parece la Iglesia a un iceberg, pero no lo saben. Les digo que la Iglesia, Santa y Católica, está sobre todo en el Cielo y en esa antesala del Cielo que llamamos Purgatorio; que lo que se ve aquí abajo es sólo la punta del iceberg. Los chavales escuchan muy serios, con cara de susto, como si nadie les hubiese hablado antes de la vida eterna. Ni siquiera sonríen cuando, al final, les gasto una broma a propósito de los cerdos y de San Martín, que es el santo del día.

Después de la Misa viene a verme Casilda:

—¡Soy de Bilbao! —comienza, consciente de que es la mejor presentación posible—.

Luego resulta que del mismo Bilbao no es, sino de Neguri. O sea, más o menos como yo. Charlamos de genealogías antes de entrar en materia.

A las 12, 25 suena la alarma. ¡Hay que desalojar el edificio! Todos sospechamos que se trata de un simulacro y nos portamos civilizadamente: en menos de cinco minutos se han vaciado las clases y se ha organizado la gran tertulia en el patio.

De vuelta a clase, charlo con María, con Alex, con Santiago y con un tío grandón, cuyo nombre he olvidado, que le gusta hablar con el cura para “confrontar ideas”, aunque se considera ateo. Resulta que, además, es del Madrid.

—¡Vaya por Dios! Te acompaño en el sentimiento.

—¿Por la copa del rey?

—No, tío, no; por ser ateo y tener tantos cates.


7 comentarios:

danimorcillo dijo...

En algunos titulares he leído algo así como "ridículo histórico"... pero algo que se repite todos los años (recordemos al Real Unión de Irún) merecería otro calificativo: "ridículo tradicional". Así que sí, hay que acompañar en el sentimiento a ese chaval, además de ateo y de los cates... del Madrid. Pobrecillo.

Bernardo dijo...

A nosotros los simulacros nos los anuncian con días de antelación.

Una vez sí que hubo un problema de verdad, y gordo (los bomberos tardaron cinco horas en apagar aquello). La evacuación fue ejemplar. Y al día siguiente no fuimos a trabajar porque la oficina seguía llena de humo. Nos metían en grupos pequeños con una linterna para recoger algunos efectos personales. El olor a quemado duró todavía unos días más.

Isa dijo...

Pues sí, menudo ridículo que está haciendo mi querido equipo...ya se pasará esta mala racha...¡ya lo verá aunque no quiera!
Por cierto, en mi insti también va a haber un simulacro y, claro, no se avisa, y como me pille a medio examen me va a hacer una gracia...

Clara dijo...

Le he cantado a uno de mis hijos, madridista de pro, la cancioncilla, y me pregunta entre divertido y una pizca picado en su orgullo madridista: y de donde es ese cura? De Bilbao... Aaaaaaah!, ya, responde.

Anónimo dijo...

No se crea que a los de Bilbao también les pasan estas cosas aunque no se lo toman tan a pecho...ellos se dejan ganar...o eso dicen.
Al chaval ateo le quedan dos días lo que tarde usted en echarle el guante...que se prepare.

Goliat dijo...

La historia del Alcorcón y el Madrid es tan vieja como la humanidad. ¡Qué me van a contar a mí!

Almudena dijo...

En su cole ¿No se admiten espectadores?... Tengo la sensación de que mi vida es súmamente aburrida...