martes, 16 de marzo de 2010

Pesadillas telefónicas (y III)

Este teléfono no era gran cosa, pero resultaba más humano
—Servicio de atención al cliente de Cutrefón. Éste es un servicio automático que…

—¡Una operadora!, por favor.

—…si quiere saber su saldo marque 3, si desea conocer los puntos…

Al borde mismo de la histeria, insisto:

—¡Por favor lo que quiero es una voz humana!

—Mi nombre es Luis, ¿en qué puedo ayudarle?

Vuelvo a explicar lo que conté a Estefanía, a Valeria, al servicio técnico y al mundo entero por medio del globo. Luis me pide un dato:

—¿Me dice el número de su modem?, por favor.

Se lo doy y me identifica:

—¿Es usted Enrique Monasterio…?

—En efecto.

Me solicita el número del DNI y añade:

—El pin de ese modem es 1176.

—Muchas gracias. Y ahora ¿puede explicarme por qué ha sido todo tan complicado?

—Es que estas chicas no saben nada.

Noto un cierto tonillo machista en la afirmación; pero hoy no me siento con ganas de defender al siempre eficiente sexo femenino.

Unas horas más tarde recibo una llamada de cutrefón. Me preguntan si me encuentro satisfecho con la atención que he recibido. Respondo con ejemplar mansedumbre que ha sido una aventura emocionante, llena de peligros, pero que al fin he logrado mi objetivo. Noto un poco desconcertada a la chica del teléfono, pero no insiste.

7 comentarios:

Emilio Muñoz dijo...

Muy brillante, carissimo Kloster. Ha definido una experiencia universal y amarga. En los momentos de desperación puede ser útil explicar a la máquina problemas netamente humanos, por ejemplo, "querida máquina, no sé qué me depara el destino", o "no sé tu nombre, querida", o "dónde quedan mis amigos y aquellos años mozos", etc, etc. Es una estructura absurda, a la que hemos entrado sin ninguna capacidad crítica.

Andrés dijo...

Me parece que esta entrada (junto con la I y la II) tiene papeletas para el próximo número de Mundo Critiano....

P.D.:Las palabras que inventa el google son increibles, la de hoy...brricata...como poco interesante...

Papathoma dijo...

Dicen los griegos "telos kalos, ola kala", vamos, que si acabó bien, todo lo demás no tuvo importancia, ja, ja.
Por cierto, hoy he visto el primer cartel de TU VIDA ESTÁ EN TUS MANOS!!! Impactante y precioso. El que vi está en una de las salidas de la ciudad que además es el acceso a los hospitales...quiera Dios que más de una al verlo, se dé la vuelta.

Anónimo dijo...

Buenas tardes, realmente este mensaje es para que se abran otra vez los microvideos. En mi ignorancia, ayer pedí ayuda en "La Cresta de la Ola". Al dueño de los "Supermicrovideos" le digo que son muy muy útiles, son cortos, amenos y siempre con mucha miga. Que sepa que don Juan Ramón Dominguez Palacios (dueño de la cresta de la Ola) también quiere acceder. A ver si se le ablanda el "candado"...

Ulin dijo...

Esto es eficiencia.
Me angustiaba su problema con el módem, Don Enrique. Menos mal que ha tenido un final feliz.
Yo también he tenido mis pesadillas telefónicas para sacarme el DNI. Conozco el síndrome del "si quiere..., pulse..." elevado a un millón. Teniendo que colgar si hablabas dos segundos pronto o tarde.

Isa dijo...

¡Por fin lo consiguió! nunca es tarde...

Anacleto dijo...

Para la próxima vez, la experiencia me dice que si al primer contestador le dices que quieres contratar algo, te atienden muy rápido, si vas con problemas tardan más.
Eso sí, intentar hablar con el Servicio de Atención al Cliente es motivo casi seguro de mosquearse durante rato.
La última vez estuve 45 minutos esperando a que me atendieran...