viernes, 19 de marzo de 2010

La irreverencia que mola

Me dice Jaime que son sólo pequeñas irreverencias de moda, que incluso tienen gracia si se emplean oportunamente. Luego me amonesta: "parece mentira, con el sentido del humor que tú tienes, no sé por qué te enfadas, etc."

Todo viene a propósito de lo que ha escrito un ingenioso visitante de mi globo como comentario a no sé qué. ¿De dónde ha salido esa bobada irreverente que todo el mundo repite, desde las folclóricas a los políticos, pasando por los futbolistas?

-¿De qué hablas?

-De dos palabras "ni Dios". Ni Dios es capaz de esto o de lo otro; ni Dios arregla la crisis; ni Dios calla a Chavez... Mi lector utilizaba esas dos sílabas en un contexto especialmente provocador. Por lo demás el resto del comentario carecía de interés:

-¿Cómo lo sabes? ¡Lo has eliminado en dos segundo. No te ha dado tiempo a leerlo!

-En efecto. Lo he rechazado por el olor. Apestaba.

7 comentarios:

AleMamá dijo...

Es casi tan malo como decir "por Dios" ésto o lo otro....
Tiene razón, apestan

Andrés dijo...

La gente ha perdido todo sentido de respeto, es trágico, pero es cierto.
Se cuelan en la sociedad expresiones ofensivas contra Dios que se acaban convirtiendo en muletillas.
Es claro ejemplo de decadencia social, además de hablar mal, se dicen blasfemias; parece que va en el pack de "malote" o "tipo duro".

Un saludo nocturno.

No es broma, la palabra del google de hoy es: "fidem"
me gusta ese modo subliminal de recristianizar....jajaja

Isa dijo...

Yo también estoy cansada de escuchar esas cosas allá donde vaya, ¡hasta en personas que se hacen llamar cristianas! ya no saben ni lo que dicen; ya no saben quién es Dios ni darle el respeto merecido.

Anónimo dijo...

A mi, personalmente, ese tipo de vocabulario me causa un profudo desazón y malestar. Refleja un nivel cultural bajísimo, pobreza de vocabulario y malestar en el alma. Lo paso tan mal que inconscientemente evito quedar con personas que hablan así.
De la abundancia del corazon habla la boca...

Anónimo dijo...

Apoyo su censura. No permita ese desprecio a Nuestro Padre.
Chon.

Almudena dijo...

Es muy difícil no dejarse contagiar por el lenguaje-ambiente. No le resto importancia, al contrario. Pero a mí misma me sorprendo a veces diciendo expresiones como esa y me supone un contínuo y gran esfuerzo limpiar mi lenguaje. Supongo que la intencionalidad agrava o mitiga. En todo caso, no creo que pueda hablarse de blasfemias siempre ateniéndose sólo a la literalidad de la expresión

Adaldrida dijo...

Me parece horrible decir eso, "no estaba ni Dios" o "todo cristo estaba en la playa"... Tengo un tío especialmente olímpico que todo el rato dice "ni María Santísima". Con un tono de voz que me duele. Cuando es facilísimo decir"no había ni Blas". Y todos contentos.