viernes, 12 de marzo de 2010

La pluma perdida


Una pluma en el cielo

Al regresar a casa he encontrado una pluma de ave junto al ascensor. Sin duda es de una paloma. Yo, que soy de natural curioso, comienzo a hacerme preguntas: ¿qué hacía una paloma en el interior del vestíbulo de un edificio de diez plantas? ¿Se trata de la famosa paloma de Alberti, que se equivocó una vez más, creyó que el mar era el cielo y el vestíbulo su casa, o llegó cadáver hasta aquí? ¿Estaba muerta la paloma cuando perdió la pluma? Y si fuera así, ¿quién la mató? ¿Sufrió el pobre animal cuando le arrancaron la vida (o la pluma)? Tendré que preguntárselo a Mosterín, que es un filósofo animalista de Bilbao, un poco simplón, pero simpático, que siente una honda compasión por los toros bravos.

Con la pluma en la mano, tomo el ascensor rumbo al quinto piso. Ya en casa, me detengo a contemplar mi hallazgo. Busco en la estantería un libro sobre plumas y huevos de aves, y me reafirmo en la idea de que se trata de una pluma remera, es decir de las que el ave utiliza en las alas para sostenerse en el aire y volar en la buena dirección. Es de las grandes, de las necesarias para no perder el rumbo. Parece arrancada a posta. Me pregunto por el móvil del asesinato (ya he decidido que se trata de un columbicidio), y en vista de que carezco de datos para seguir investigando, me dedico a la pura contemplación de la pluma.

Hace muchos años una niña de “Aldeafuente” me regaló una pluma preciosa de avestruz. Yo la llevé a clase y hablé de la existencia de Dios. La pluma me pareció entonces un excelente punto de partida: en ella se refleja toda la sabiduría del Creador y también su gusto por derramar su belleza en las criaturas.

La pluma de paloma es más modesta, pero, aun así, sigue siendo una obra de arte y de ingeniería deslumbrante. Su estructura parece muy simple, pero, en el fondo, tiene una gran complejidad.

La parte central, conocida como raquis, es una especie de caña hueca tan rígida y ligera como se precisa para poder levantar el vuelo. La parte inferior del raquis es más ancha; se le suele llamar cálamo. Con tinta y cálamo Cervantes escribió el Quijote, y Shakespeare, Romeo y Julieta. Tendré que preguntar a Mosterín si valió la pena arrancársela a su propietaria.

Pero vamos a lo nuestro. El cañón tiene un orificio denominado ombligo inferior que es por donde la pluma se alimenta mientras crece. El cañón es hueco, puesto que la pluma es una estructura muerta, y una vez que ha terminado de crecer, los vasos sanguíneos que la alimentaban se retiran y queda el espacio vacío.

Ahora tendríamos que hablar del vexilo, de las bárbulas y barbas con sus ganchillos, que crean un tejido ligerísimo y resistente, capaz de soportar cargas muy pesadas y de hacer que el ave planee. Y deberíamos hacer referencia a los distintos tipos de plumas y plumones, cada uno con su función propia, que crean un abrigo natural útil para el frío y para el calor del verano. El hombre no ha conseguido crear nada parecido. Y bien que lo ha intentado.

Contemplo su color blanco azulado, discreto pero elegante, y su línea esbelta, diseñada por un Maestro. Y recuerdo bien lo que dije a mis alumnas hace ya tantos años; que, al hablar de la existencia de Dios, casi siempre miramos al universo, a las galaxias que parecen no tener fin, a la armonía de un mundo que nos sobrecoge con su grandeza. Pero quizá deberíamos aprender a contemplar también lo infinitamente pequeño, los microcosmos que nos rodean, donde la gloria de Dios se manifiesta de forma igualmente grandiosa: hablo de la belleza de una flor, de la complejidad y sencillez de cualquier organismo vivo, de las melodías que crea la brisa en bosque, o del átomo.

Pedí entonces a las alumnas que sugirieran otros ejemplos. Hubo muchos más. Alguien habló, incluso, de la mirada dulce de una vaca. Allí terminó la clase.

Dejo la pluma sobre la mesa y me dispongo a escribir este artículo, Aún debo resolver la cuestión principal: quién fue el asesino de la paloma.



10 comentarios:

Almudena dijo...

Y teniendo en cuenta lo inspirado de su entrada, ¿No se le ha ocurrido pensar que el buen Dios que hoy recibe en casa a un gran escritor ha podido dejar caer la pluma para que ud. la encuentre y se explaye escribiendo sobre el amor infinito que ha puesto en cada cosita de la creación? Cosas más raras se han visto...

Anónimo dijo...

Puede ser de una de las palomas mensajeras jubiladas, por fin, del Ministerio de Defensa.

Anónimo dijo...

El miércoles una vaca visitó de manera espontánea el aparcamiento del colegio de mi hija. No sé si tenía la mirada dulce..

Anónimo dijo...

Por cierto, mi madre que es lectora suya, le compadece por la ciberpaciencia que tiene conmigo (no pienso poner mi nombre) y le manda un cariñoso saludo.

adela dijo...

Está claro que no es lo mismo mirar, que contemplar. Yo ni cuenta, por eso usted es sabio y ... poeta.
GRACIAS

Anónimo dijo...

No sé. En mi barrio hay un francotirador que se aposta en su ático y dispara con balines a las palomas porque le han creado ciertos problemas.
Sugerencia: envíe al ocioso de Kloester a investigar el misterioso columbidicio.Quizás descubre-la pluma es un símbolo- un complot planetario contra el globo y la paloma es un aviso.
Por tanto, cuídese del eterno invierno

alfonso sanz dijo...

Ya sé lo que pasó. Es un angelito viejo de los que cuidan el sagrario de casa. No le quedan fuerzas para volar y prefiere subir en ascensor. Al pobre se le caen ya algunas plumas. Como todo el mundo sabe las plumas de ángel se confunden a menudo con las plumas de paloma.

Juana la Loca dijo...

Que se te caen las plumas!!!!

Isa dijo...

¿Lo ha descubierto ya? lo veo muy detective a usted...
Madre mía lo que sabe las alas...¡me quedo muerta!
Pues la verdad es que tiene usted toda la razón; la magnitud de Dios se ve en lo más pequeño, y hasta en una sonrisa de una amiga que tanto necesitas en un determinado momento...

Bernardo dijo...

Don Enrique, ¿en su barrio hay gatos?

No, por preguntar nada más.

Por cierto, sé de un chaval que una vez mató una paloma dejando caer sobre ella un globo lleno de agua... desde un piso octavo.