domingo, 14 de marzo de 2010

Pesadillas telefónicas (II)


—Servicio de atención al cliente de Cutrefón. Le habla la misma maquinita de ayer. Si está interesado en nuestra oferta “habla hasta quedarte afónico que nosotros te pagamos el otorrino”, marque 1…

Un minuto después, suplico al aparatito:

—Porfa, que se ponga una operadora.

Y todo sucede con insólita rapidez.

—Mi nombre es Valeria —responde una voz con acento del Río de la Plata—, ¿en qué puedo ayudarle?

—Hola, Valeria. Mira tengo un problema con el modem de cutrefón, ése que se pincha en el portátil para entrar en Internet en cualquier sitio, ¿sabes?

—Ya, ¿y cuál es su problema exactamente?

—Que he perdido el pin. O sea que, cuando meto el aparatito en el puerto USB, aparece un cuadro en la pantalla en el que me piden un código de 4 números; o sea un pin. Y no sé qué poner.

—Mire, le comento. Para resolver ese conflicto, necesitamos que usted nos llame desde el modem mismo. Como eso obviamente no es posible, tendría que sacar la tarjeta SIM del modem e instalarla en su teléfono cutrefón. De esta forma podremos facilitarle toda la información que usted precisa… ¿sí?

—Mira, Valeria. Eso no es posible…

—¡Por supuesto que lo es!

—Es que, si meto la tarjeta en el teléfono, el teléfono me pedirá el pin para poder hacer llamadas. Y lo que necesito es precisamente ese pin.

—¡Es cierto! —Valeria lanza una alegre carcajada telefónica—. Mire; llame usted al 1144 y explíqueles el conflicto.

En el 1144, un empleado del servicio técnico de nombre ignoto, me escucha con atención y dice escuetamente:

—Le paso con el servicio de atención al cliente.

—Perdone, pero es que ya…

—Servicio de atención al cliente de Cutrefon… Si está interesado por nuestra oferta Habla hasta quedarte

Esta vez no cuelgo voluntariamente. Se me ha agotado la batería.

(Continuará)

6 comentarios:

Isa dijo...

Ja ja ja...ya veo que sigue usted con cutrefón enganchado...

Anónimo dijo...

Por lo menos esta vez ha tenido suerte de oír y hablar con una voz humana. A mí me revienta oír esa voz metálica que parece de extraterrestres que te repite una y otra vez "No le he entendido, repita brevemente que desea......"
mientras tu si que repites, pero por lo bajines.....mierda( con perdón)

GAZTELU dijo...

Sencillamente genial!!! la vida misma.
Yo también suelo repetir la palabra que comenta anónimo y otras peores,soy muy deslenguada pero es que te lo ponen en bandeja de plata o no?
GRACIAS

Una lectora habitual dijo...

Y tanto que continuará... Paciencia, muuuucha paciencia.
Muchas veces los servicios de atención al usuario son desesperantes y en muchos casos la realidad supera a la ficción. A mí me ha pasado de todo. Me han dicho cosas tales como que mi apellido no existe o me han preguntado si he reiniciado el router nada más decirle que no tengo router, que lo que tengo es modem...
Por eso cuando recibo una buena atención y me piden que puntúe al teleoperador siempre le doy notas altas con la esperanza de que algún día todos sean buenos. Mientras tanto, cada vez que llamo, me repito muchas veces: "Esta vez me van a resolver mi problema/consulta" y trato de tener un poco de paciencia aunque me lo pongan bien difícil...

Bernardo dijo...

A la otra la llaman "Timofónica" desde hace tiempo... pero desde luego Valeria se ha lucido.

¿Sabe que ocurre? Que los consumidores nos hemos acostumbrado al "good enough" que dicen los ingleses.

Entonces, Valeria es "good enough". Y el sistema de atención al cliente es "good enough".

Mientras resuelvan el 80% de las reclamaciones, el gerente estará contento. "Good enough", dirá.

La excelencia ya no es rentable, don Enrique, porque no nos la exigimos a nosotros mismos. Así que aún menos la vamos a exigir de los demás.

Almudena dijo...

La verdad es que con estas pequeñas cosas de la vida, cualquier otra penitencia se queda chica...