martes, 5 de febrero de 2013

¡Salvemos la vida!


Termina el primer día del curso de retiro y me pongo ante el ordenador porque sé que estáis ahí, al otro lado de la pantalla, a la espera de la línea diaria que no debe faltar.
Confieso que no tengo tiempo ni ganas de escribir. Así que cedo el teclado a  Joan-Enric Vives, Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, que ha escrito el siguiente artículo en la Prensa: 


En muchas zonas de Occidente se empieza a escuchar un grito en favor de la vida: ¡Salvemos la vida! No es éste un asunto de interés que tenga que ver con las especies animales amenazadas; sino en favor de la misma vida humana. Parece que, más que en cualquier otro momento, se nos comienzan a abrir los ojos para darnos cuenta de que la "cultura de la muerte" se ha convertido en una grave amenaza para todos. Una vez más, la voz de la Iglesia, que hace un llamamiento a favor de los débiles, se ha revelado profética. En las últimas décadas, la defensa de la Iglesia ha sido radical en favor de la vida y de la dignidad de las personas, desde la concepción hasta la muerte natural. Esta lucha ha arraigado en la mente de muchos hombres y mujeres de buena voluntad en todo el mundo.

El Presidente del Consejo de Ministros de Italia, Mario Monti, ha declarado recientemente que le produce una gran tristeza ver Italia destruirse. Se refería en particular al descenso demográfico alarmante en aquel país. Ha dicho que un país que renuncia a la natalidad, es un país que renuncia a mirar hacia el futuro. Por otra parte, Vladimir Putin, Presidente de Rusia, ante el daño causado por el aborto en la antigua Unión Soviética, ha pedido a cada familia que tenga al menos tres hijos. La tasa de natalidad actual con un solo hijo por familia, previene Putin, está llevando a la nación a un punto muerto. Una vez más, la paradoja evangélica se cumple: quien quiera salvar la vida la perderá. Un país que no da vida, acaba por perderla. Hace algunos años, el Papa Benedicto XVI destacó la seriedad de este "invierno demográfico". En España la situación no es muy diferente. Tenemos una de las tasas de natalidad más bajas y las cifras de abortos, con más de 120.000 en 2011, auguran un futuro muy difícil. De hecho, sin la fuerte inmigración de los últimos años, el país estaría en una situación de desmoronamiento. ¿Nuestros líderes tomarán consciencia de que el activo más valioso de una nación es su población, su gente? ¿Detendrán a tiempo la matanza y reformarán la aberrante legislación actual? ¡Es un hecho que, en muchos lugares, la actitud "pro-vida" está creciendo cada vez más en la conciencia social.
El Beato Juan Pablo II, en su exhortación apostólica postsinodal "Ecclesia in Europa", señalaba la urgencia de proclamar con una convicción y una energía renovadas el "Evangelio de la familia y la vida". Esta llamada mantiene toda su actualidad y debe formar parte de los proyectos de la nueva evangelización. El gran Papa había dejado anunciado este Evangelio en su magistral encíclica Evangelium Vitae, que nos queda como un gran documento y un texto de referencia del Magisterio sobre este tema. Se debe anunciar la Buena Nueva, y hacer llegar a las nuevas generaciones que la opción por la vida es la única puerta hacia un futuro digno y decente para todos. No podemos cerrar esta puerta. Es pues, importante, salvar la vida a cualquier precio.

11 comentarios:

Cordelia dijo...

Efectivamente, estamos aquí. Gracias.

pacita dijo...

Este obispo es muy valiente,ojala hubiera asi muchos mas.

Macarena dijo...

Gracias por no dejarnos "sine linea", aunque no le apetezca escribir.

Anónimo dijo...

Todos los obispos son sucesores de los aposóles. Y no somos quién para juzgar a ninguno

pacita dijo...

Vaya con el anonimo!!!!yo no juzgo a nadie.elogio a un obispo.

yomisma dijo...

Es muy importante salvar la vida a cualquier precio. La vida de otros. No la nuestra. No nuestro bienestar, si no el de los otros. Santo Tomás decía que el verdadero amor era buscar el bien del otro por el mero bien del otro, no por el propio. Y ahí todo se enlaza.

Enrique Monasterio dijo...

Anónimo censor: hay obispos más listos que otros, y más humildes y más recios, valientes, etc. Decirlo así, en general, no es juzgar a ninguno.

pacita dijo...

Por q seguimos teniendo tantos anonimos?

Papathoma dijo...

He leído que se ha cerrado otra clínica abortista en USA. En Connecticut. Lo escribo de memoria, Yomisma...no sé si se escribe así y sobre todo, espero que sea cierta la noticia, porque hablaba de un 70% de clínicas que se han logrado cerrar a lo largo de tantos años de oración y de lucha (alguno, incluso de cárcel)

Cueste lo que cueste, hay que seguir adelante, cada uno como sepa y pueda: no es necesario pertenecer a un grupo provida, lo que sí es necesario es ir cambiando la mentalidad a nuestro alrededor: hijos, familiares, amigos... Sin vida no hay futuro. Y nos la estamos cargando todos los días.

yomisma dijo...

Si, papathoma, estas en lo cierto. En varios estados ya no queda ninguna clínica de Planned Parenthood, y en otros están a punto de quebrar. Pero también es verdad que con la nueva ley de sanidad universal se les va a subvencionar desde el estado federal. Y eso no son buenas noticias. Hay que seguir rezando y luchando por esas vidas de inocentes en las que incluyo a la mayoría de las madres que se ven forzadas a abortar.

Papathoma dijo...

Gracias, Yomisma! Es una noticia agridulce, pero al menos vemos que es posible que cierren -es la primera vez en mi vida que oigo esto- y redoblaremos la oración.

Propongo al Capitán del Globo que añada una jaculatoria a la derecha (si hay espacio, yo no sé cómo va esto...) que nos recuerde cuando entremos, que hay que rezar y hacer más.

He olvidado mis años de Latín pero podría ser Mater nascituri o lo que quiera, una foto, otra frase...