martes, 31 de marzo de 2015

¡Abramos las puertas!


Hoy he dado un paseo con Kloster por distintos puntos de la Gran Canaria . La isla empieza a estar ya abarrotada de visitantes venidos del mundo entero. El espectáculo es colorista y simpático, pero a casi nadie le importa dar una imagen de elegancia o buen gusto. Lo que priva es la comodidad, las canillas al aire, los pelos alborotados, las voces destempladas y los sonidos orgánicos sin director de orquesta.
Kloster me dice que soy un gruñón, que no me fije en esas cosas, pero no puedo ni quiero evitarlo. Debe ser cosa de la vejez.
A media mañana decidimos entrar en una iglesia para hacer la visita al Santísimo. La primera estaba cerrada. Y la segunda. Y la tercera… Quizá tenía razón una señora a la que interrogué:
—No es hora de visitas. Y el pobre párroco tiene que ir a varios pueblos.
Cómo no voy a entenderlo; pero me vino el recuerdo de aquella singular homilía de Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro. Temblaba la columnata de Bernini ante la voz poderosa del Papa:
—¡No tengáis miedo; abrid las puertas a Cristo!
Empecemos por abrir las puertas de las iglesias. Que entren todos con sus bermudas de colores y sus rotundos aromas corporales. Es Cristo quien llega. No es preciso que esté el párroco; un sacristán o incluso un buen monaguillo puede estar atento para evitar hurtos y, de paso, para enseñar a los turistas dónde vive el Señor, para qué sirve el confesonario, cómo se hace la genuflexión y cuáles son los auténticos tesoros de la Iglesia.
 



6 comentarios:

Marilupe Represas dijo...

Por supuesto, abramos las puertas a Cristo: todas, las de las iglesias, las de nuestra casa y las de nuestros corazones.

Antuán dijo...

Esas palabras las tengo yo también gravadas en la memoria: Abrid las puertas a Cristo, Él conoce lo que hay dentro del hombre. - me gusta recordar con alguien- Solo lui lo sa. no se si está bien dicho, pero así sonaba. Y lo del portero tiene razón cualquiera con buena voluntad puede ser guardián de su puerta. Adiosle

Cordelia dijo...

En mi pueblo es lo mismo, la parroquia abre a partir de las seis de la tarde, hasta las ocho o algo más.

Anónimo dijo...

Non abiate paura... Spalancate le porte!
http://youtu.be/kqh9binRd5w

Anónimo dijo...

Mañana será el aniversario de la muerte de Juan Pablo II, en la víspera de la fiesta de la Misericordia. Que gran apóstol de la divina misericordia, sigamos su ejemplo, ahora estamos en el tiempo de la misericordia!!

c3po dijo...

Tengo un amigo que, si fuera por él, haría pasar a todos los seminaristas por El Corte Inglés o Mercadona durante tres meses, para que aprendieran a tratar a "los clientes y las clientas".
Y, los que aspiren a nota, por el IESE.