viernes, 20 de marzo de 2015

Cordelia escribe

José fue el primero en darse cuenta de que algo no iba bien.  Anochecía, y la caravana empezaba a prepararse para acampar. José había caminado todo el día con su primo Simón y parientes de Belén, poniéndose al día de las novedades de su pueblo natal.  María,  por su parte,  marchaba con un grupo de mujeres de Nazaret. Escuchaba y sonreía,  aunque apenas hablaba.
José buscó a Jesús entre los chavales que corrían,  para decirle que fuera a buscar a su madre, y entonces se dio cuenta de que no lo había visto en mucho rato.
Los niños solían cambiar de grupo con frecuencia, a ratos con los hombres, a ratos con las mujeres, a ratos ellos solos,  hablando, cantando o simplemente corriendo
José vio a  Isaac, vecino y amigo de Jesús,  y le hizo señas para que se acercara.
— Donde está Jesús? No le he visto desde la mañana.
—Al poco de salir de Jerusalén dijo algo de que tenía un encargo tuyo y se marchó.  No le he vuelto a ver.
José sintió un puño que le apretaba el corazón.  El no le había encargado nada a Jesús.
—Isaac, es importante.  ¿Recuerdas sus palabras exactas?
—Dijo algo así como que tenía que ocuparse de los asuntos de su padre.
José,  después de darle las gracias a Isaac, fue a buscar a María.
—María...
El tono de voz de su marido fue suficiente para que María se diera cuenta de que algo pasaba. Escuchó la explicación de José,  y dijo sin dudar:
—Está en Jerusalén. Seguro. Debemos volver a buscarlo.
Ya era noche cerrada, imposible ponerse en marcha hasta la mañana. María y José se sentaron juntos, la espalda apoyada en una roca.
José rodeaba con su brazo a María,  y ella apoyaba la cabeza sobre su hombro. Ambos sabían que no podrían dormir.
Mientras espera el alba,  José recuerda.
Recuerda ese día en que dejó por primera vez que Jesús manejara el cepillo en el taller.  Y que se clavó una astilla larguísima en la palma de la mano. Y cómo se mordía los labios para no llorar, mientras él se la sacaba.
Recuerda cuando María se fue a cuidar a su madre unas semanas y se quedaron los dos solos, comiendo las porquerías que cocinaban entre ambos,  y poniendo cara de cómplices cuando mamá volvió a casa.
Recuerda el viaje a Jerusalén para presentar al niño en el templo. Cómo le daba la risa floja pensando en la cara que pondrían los sacerdotes si supieran quien era ese Niño.
Y María le regañaba y le decía: ni se te ocurra reírte cuando estemos allí. 
Y sobre todo,  recuerda la primera vez que vio a Jesús. Había salido del establo para poner paja y agua a la mula.
Y cuando volvió a entrar,  María estaba sentada, mirando un bulto envuelto en pañales que tenia en brazos. Y él no supo qué decir. 
Se acercó a mirar, por encima del hombro de María. Y vio aquella carita, tan pequeña,  los ojos cerrados,  la boca esbozando una media sonrisa. Y cuando Jesús abrió los ojos, y le miró, con esa mirada verde y dulce, sintió que el corazón le iba a estallar en el pecho. Recordando esos momentos, se le llenaron los ojos de lágrimas. 
Dios le había confiado a Su Hijo y él lo había perdido.

Cordelia (Desde el quirófano) 

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Cordelia, plis, no veo muy propio escribir desde un quirófano.

Anónimo dijo...

¿Como médico o como paciente?

Cordelia dijo...

Como paciente? ? Ja ja ja!
Gracias, don Enrique

Anónimo dijo...

Cordelia: escribe desde donde te plazca.
Muy bier y que viva la ascéptica libertad de expresión.

Nadie murió no problem

Anónimo dijo...

Esa onda del Espíritu en la que te mueves, querida Amiga.... Sigue diciendo que si, que si, que si. Y sigue siendo instrumento para otros.
Gracias, chavala

Antuán dijo...

¡Gracias! Cordelia por tu aportación. Que nos sirva para no perder a Jesús por nuestra culpa. Adiosle

Miriam dijo...

Me encanta. Gracias Cordelia
La frase final , lo de "yo lo he perdido"...superexpresiva. Ufff, que momentos más difíciles pasaron la S Familia

(Lo del quirófano, auténtico¡ Podrías escribir en el techo del quirófano, así el paciente puede leer el relato antes de dormirse, y soñar con la S Familia mientras es operado)

yankee dijo...

Me encanta!
Seguro que pasó así, tal como tú lo cuentas.
Gracias.

Merche dijo...

Gracias Cordelia. Es precioso y muy emocionante.

Vila dijo...

Me gusta muchísimo, y me deja sin palabras. El final es demoledor.

Perdona por no haber podido leer este relato antes y poner este comentario algo tarde
.
Me encantan tus relatos, sigue sorprendiendonos porta.

Alejandra dijo...

Cordelia, deberías publicar. Tienes un talento!.
Para todos, aunque no es Navidad, este preciosísimo villancico dedicado a S.José. Ojo a la letra!.
Mi madre sigue muy malica. Gracias por vuestras oraciones!.

https://youtu.be/iXMfDrDrGlg

Fernando Q. dijo...

ENHORABUENA CRODELIA. PRECIOSO!

desde Granada dijo...

Cordelia lo he leido....tardisimo pero GRCIAS.....y suscribo todos los comentarios anterires