miércoles, 9 de octubre de 2019

Las mates a los 7 años



En las clases de tercero de primaria, las intervenciones de los alumnos son siempre sorprendentes.
—A que tú conoces a mi bisabuela.
—A lo mejor. ¿Cómo se llama?
—Carmen.
—Carmen… ¿qué más?
—No sé.
—¿Y cuántos años tiene?
—Ciento dos.
—No está mal. ¿Y yo, cuantos años tengo?
El chaval contrae las cejas en un gesto de profunda reflexión.
—¿Ciento…, veinte?
Los demás alumnos me miran con atención para ver qué cara pongo, pero nadie parece sorprendido por la cifra.
—O sea, que soy más viejo que tu bisabuela…
—Sí, pero no se te nota nada.
Es un consuelo. Abandono el aula al borde mismo de la melancolía.

6 comentarios:

Antuán dijo...

Tampoco es para ponerse así. Lo que pasa es que usted es un tio Grande¡Y perdón! por la expresión. Le habrá parecido que la estatura y los zapatos grandes tiene algo que ver lo la cantidad de años. A saber como es su abuela: Quizá poca cosa, no se si también vestirá de oscuro y con pañuelo. Aunque ahora las hay muy modernas. No se deje manipular por esas opiniones de esta gente menuda, que no calcula en absoluto. O te quitan o te ponen. Adiosle

Isabel dijo...

120 años en tercero de primaria serán unos 60 que será más o menos el cálculo de ese niño. cinto dos los de su abuela serán 49 o 50 años.Las matemáticas se me dan fatal?p..seguro si me ha entendido la explicación le ha animado?. "Espero que no ande Pablo por ahí el dron de las faltas".Este no pasa sin multa.Saludos

Carmen dijo...

Que humildad le hace falta!

Pablo dijo...

Isabel, Pablo no hace las correcciones. Solo cuando aparece el Corregidor de Castilla. Mientras tanto, todos tranquilos.
Antuán, es casi una moda lo de las bisabuelas de luto permanente en los pueblos castellanos. A mí me gusta. Creo que es útil, para así acordarse de sus maridos.

Alejandra dijo...

A partir de "cierta edad",todos somos almas atrapadas en un cuerpo.
La verdadera edad es la del corazón.
El hecho de contar lo de hoy le hace joven, porque nada hay más joven que las risas. Reírse de uno mismo es un ejercicio de salud mental.

Corregidor de Castilla dijo...

Yo soy el corregidor, Isabel. Mi pseudónimo es Pablo