viernes, 18 de octubre de 2019

Un "secreto"



En la Misa de las 12 y cuarto del colegio, consumo el Santísimo como todos los viernes, y a continuación salgo hacia el parking en busca del coche, pero me alcanza corriendo un chico de sexto de primaria.
—Es que quiero confesarme...
Le digo que por supuesto, y regresamos los dos al oratorio. Al terminar, veo que, en el primer banco, de rodillas, hay un niño muy pequeño llorando sin el menor disimulo. Es un chiquillo de 6 años, que estudia 2º de primaria.
—¿Qué te pasa? —le pregunto—.
—No está Jesús, ¿verdad? —me dice señalando al Sagrario—.
Le explico que Jesús siempre está a nuestro lado, pero me interrumpe:
—Es que quiero pedirle una cosa, y si no está...
—Si quieres la puedo pedir yo contigo.
Me la ha contado al oído. Es una cosa buenísima, un "secreto" estupendo que  no revelaré ni aunque me torturen. El Señor ya se la ha concedido, aunque él todavía no lo sepa.
No es un acertijo, por supuesto, sino una lección de fe y de piedad.
 

10 comentarios:

Cordelia dijo...

Qué pena que dejemos de ser así.

Antuán dijo...

Me conmueve! Tiene razón el chiquillo. Ya no está. Aunque si de otra manera. Y hay que saber guardar un secreto y ayudar a conseguir lo deseado. ¡Que bien se le da! ¡Mecachis! Feliz finde a todos! Adiosle

Papathoma dijo...

Una bonita lección, sin duda. Tanto que aprender...

Antuán dijo...

Hola! de nuevo. Acabo de encontrar esto que ayer daba por perdido. No es la primera vez. Y alguien me ayudó a recuperar diciéndome:¿que has hecho? Rezar. Este cuaderno se llama: En torno a la Navidad. Me gustaría compartirlo, si os parece: A Jesús Niño. Niños como Tú, ojos que miran, manos que acarician.
Que quieren imitarte, que no saben porque no tienen .
Quien les enseñe... los mayores ¿dónde están?
Piensan, se olvidaron que fueron niños.
Niño siempre quiero ser: “montonazo de ilusiones”
Sonrisas y risas que alegran a los que sufren.
Dónde hay niños no hay penas ni pesa el corazón.
Los niños como los hombres también lloran.
Lágrimas de Dios yo diría que son de amor.
Adiosle

Cordelia dijo...

Gracias, Antuán

Isabel dijo...

Es verdad que la iglesia o oratorio sin Jesús en el sagrario,están como muertas sin vida.Deberia estar siempre aún en iglesias vacías,

Merche dijo...

¡Qué razón tenía San Josemaría cuando decía que hay que tener fe de niños! ¡Qué inocencia y sencillez tan bonita! Y el pobre lloraba porque no estaba Jesús. ¡Dios mío, me quedo sin palabras ante ese niño! ¡Ayúdanos a recuperar la inocencia!

Pablo dijo...

Que gran ejemplo. De cosas pequeñas, de filiación divina, de fe, de piedad de niños... Casi una meditación entera de cosas con las que se podrían rezar. Chapeau por el niño aquel.

Fernando Q. dijo...

Preciosa historia, con final feliz...

josemaria dijo...

Buenísimo, snif.