jueves, 10 de octubre de 2019

Más oro en el cole



Esta mañana hemos concluido —espero que del todo— los "festejos" con motivo de mis bodas de oro sacerdotales. Entendedme, estoy encantado, pero también un poco confuso.
A estas alturas de la vida, uno ya no se pone nervioso por una ceremonia litúrgica más o menos larga o complicada, pero hoy sí que lo estaba. Será porque todo se centraba en mí, y aunque lleve encima unos cuantos kilos de vanidad, soy consciente de que no he hecho otra cosa en estos 50 años que pasármelo en grande. He trabajado casi siempre con gente joven, lo que me ha servido para no alejarme de la realidad. He tratado a miles de chicos y chicas, niños y niñas; pero también a centenares de matrimonios jóvenes y menos jóvenes. He celebrado muchas bodas y más funerales, siempre de personas conocidas y queridas. Si además resulta que apenas he tenido problemas de salud, ¿qué mérito tengo?
En la Misa que hoy me han organizado en el cole he distribuido unas doscientas comuniones con la ayuda de José Luis, que acaba de ordenarse sacerdote. He predicado lo que buenamente me sugirió el Señor y he dado gracias a Dios por tantas personas buenas que han venido a acompañarme en la fiesta. 
Mis antiguas alumnas de Aldeafuente están como siempre, como si fueran de BUP solo que rodeadas de niños. 
Son casi las ocho de la tarde y aún no he acabado de responder a los centenares de mensajes que van entrando en el móvil.
Termino. No me coloquéis comentarios hoy. Tanto si son elogiosos como si ponen peros, se irán a la papelera. Mañana seguiremos comentando la Salve.
 

4 comentarios:

Antuán dijo...

Hoy ya amaneció otro día y yo se lo digo cantando: " Que buena suerte tengo con la fortuna. ¡Afortunado tu! Que buena suerte tengo con la esperanza, si las estrellas nunca se alcanzan. Que buena suerte tengo con los amores,. No quiero espinas, quiero las flores ". Pues ahora tocan flores. ¡Dichoso! Y a Dios ¡Gracias! Adiosle

Carmen dijo...

Hemos respetado su prohibición!
-Y la Salve?

Enrique Monasterio dijo...

No del todo. Han llegado quince comentarios. Trece se han ido a la papelera como prometí. Antuán tiene derecho a comentar lo que quiera cuando quiera, por ser mi lectora más fiel. Y porque me da la gana.

Isabel dijo...

Yo también me he portado bien.¡Y la Salve!.