No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
sábado, 28 de abril de 2007
En León
En León, además de descubrir "Peñacorada", un colegio magnífico casi recién nacido, he rezado en esa maravilla románica que es la basílica de San Isidoro y he vuelto descubrir a la catedral. Allí sigue a pesar de que, cuando vine por primera vez, pensé que aquellas piedras estaban a punto de echarse a volar. Tenía yo 15 años y eso escribí en una redacción que me encargaron en el colegio.
Además he encontrado a viejos y nuevos amigos. Y a Javier Martínez, un colega que tiene un blog sorprendente. Se llama "sacerdotes en Rusia". Si entráis aquí encontraréis entre otras cosas la más completa colección de videos útiles que he visto en la red.
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2 comentarios:
La última vez que estuve en León fue para un encuentro coral hace muchos años.
Recuerdo que en la nave principal observé un finísimo rayo de luz que penetraba en un diminuto agujero de una vidriera en lo más alto y atravesba la nave hasta el suelo, a mis pies.
Recuerdo quedar maravillado por lo rápido que se movía aquel punto de luz en el suelo. Se podía ver a simple vista cómo en cuestión de segundos la luz cruzaba por enésima vez aquellas piedras ancianas.
Me pregunto si ese diminuto agujerito seguirá allí. Tengo ganas de volver a León en un día soleado.
No creo que siga ahí el agujero. Están restaurando todas las vidrieras. y han instalado una especie de plataforma elevada que sirve de andamio, a la que se puede acceder a determinadas horas. Desde allí la perspectiva de las vidrieras es impresionante.
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