Después de leer la prensa de la mañana, mi inseparable Kloster comenta:
—Ha llegado el tiempo del malhumor.
—¿A qué te refieres?
—A las elecciones, amigo, ¿a qué si no? Hemos entrado en campaña y ya se oye el rechinar de los cuchillos, los gritos de los acuchillados y el clamor de los que piden venganza. Los escorpiones cargan sus depósitos de veneno y en las farmacias se agotan los medicamentos contra la hiperclorhidria. Habrá muchos cadáveres, pero, como en todas las guerras, la primera víctima será la verdad.
No sé qué decir. Por una vez, me temo que Kloster tiene razón. Pero, a continuación, se complace en desconcertarme:
—Éste es el tiempo de los humoristas.
—No te entiendo.
—Te en cuenta que el número de humoristas de un país es directamente proporcional a la densidad de malhumor que exista en la atmósfera.
—Quiero decir lo que he dicho. El malhumor y los humoristas van siempre juntos. De ahí que en tu país haya tanto chistoso. La cólera crónica que caracteriza al ibero salvaje es el mejor caldo de cultivo para los profesionales del chiste. Fíjate en cambio en los norteamericanos: son felices, ricos y comedores de hamburguesas. De ahí que en cuestión de humoristas estén en pleno subdesarrollo. Es un país donde triunfó Bob Hope. Con eso está dicho todo.
No puedo dedicar más tiempo a esta cuestión. Me dice Kloster que seguiremos charlando esta tarde o quizá mañana.
—¿Y cuál es el tema?
—El humor, los humores, el buen humor, la gracia con minúscula, la Gracia con mayúscula, la ironía, la mala baba, las sanguijuelas y el sentido del humor.
Demasiado para un solo día.
5 comentarios:
Me alegro de verle recuperado,a mi esto de las elecciones me horroriza no han entrado todavía a fondo y ya estoy aburrida,espero que triunfe la razón y sobre todo la verdad.¡Que ingenua! ¿no?.Kloster lleva razón.
¿Quien es Kloster? No hemos sido presentados, pero estoy con él, lleva razón, hasta marzo vamos a necesitar mucho sentido del humor.Me alegra que ya esté bien
No es anonimo, soy maría jesús y mi eterna lucha contra la informática
Que el Señor nos siga conservando el buen humor. Yo con esto de las elecciones, casi no me enfado , rezo
Sí, a veces pienso qué sería de España sin las viñetas humorísticas y demás familia.
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