miércoles, 2 de enero de 2008

Una tórtola en el balcón

Pobrecilla, la llaman "Streptopelia decaocto"

Llego
a mi habitación. La ventana está abierta de par en par y entra una brisa fresca muy agradable. Me siento frente al ordenador y entonces la veo: una preciosa tórtola turca se ha posado en el balcón.

Me quedo inmóvil, sin atreverme a respirar. Al fin levanta el vuelo y yo me dispongo a redactar la noticia.

¿Dónde está la noticia?, me pregunta Kloster.

En que tengo balcón. ¿Te parece poco?


11 comentarios:

chita dijo...

Quisiera poder volar como la tortola ,pero me siento como si me hubieran cortado las alas

Anónimo dijo...

Ya quisieramos muchos poder contar que una tórtola se posó en nuestra ventana, cuando lo único que se posan son palomas a dejar los regalos que las palomas dejan en las ventanas.

Por cierto, ¿las palomas son aves? Porque yo las detesto. A lo mejor me prohibe volver a escribir en su blog.

E. G-Máiquez dijo...

La entrada, preciosa.

Y ahora, una consulta ornotológica: me dicen que la streptopelia decaocto se está convirtiendo en una plaga, que expulsa a la tórtola común, ¿es verdad?

Enrique Monasterio dijo...

Es cierto que la turca está sustituyendo a la tórtola común; pero ¿por qué una plaga? Seguro que hace siglos la "común" expulsó a otra especie.

Sinretorno dijo...

Quién es Kloster, suena a amigo invisible. Feliz año, cuidado con no explotar de éxito.

Enrique Monasterio dijo...

El éxito es que me leas tú. A Kloster no le ha gustado nada que le llames invisible

Antón Pérez dijo...

... en realidad la tórtola turca suele vivir sólo en parques y jardines, por lo que no compite normalmente con la "común". Si ya apenas se ven "comunes" es porque cada año se las mata por millones, y además en media veda, con lo que caen muchos padres que aún tienen pollos en el nido. Por no hablar de los cambios en la agricultura.
¿No le gusta el nombre de "decaocto"? Le contaré una historia. Contemplando a Nuestro Señor avanzar agónicamente hacia el Calvario, un centurión sintió lástima y, por aliviar su tormento, quiso comprarle un cuenco de leche en el puesto que una vieja tenía al borde del camino. La vieja le pedía por la leche 18 monedas, pero el romano sólo tenía 17. Intentó convencer a la mujer, pero al ver que ésta se obcecaba repitiendo "18, 18" la dejó por imposible. Al morir Cristo en la Cruz, la mujer se convirtió en tórtola, y marchó volando y repitiendo "18, 18" Cuando se avenga a razones y diga 17 volverá a su forma humana, pero si por obstinación eleva el precio a 19, entonces será el fin del mundo. Es una historia griega que tomo de alguno de los tres tomos de la trilogía corfiota de Gerald Durrell (no recuerdo de cuál). No creo que 18 en griego se parezca mucho al "uh-UUUH hu" que usted tan bien conocerá, pero no deja de ser una historia curiosa...

Anónimo dijo...

Las tórtolas son las ratas del aire.
y cuanta tortóla veo por aquí.

Anónimo dijo...

En nombre de la ATT (Asociación de Tórtolas turcas) rechazo enérgicamente el calificativo de "ratas" que nos ha adjudicado un tal "enigma"

Anónimo dijo...

Yo estoy en contra de tórtolas extranjeras que vienen a robar los nidos de tórtolas nacionales... Es indignante! No deberían permitir que se estableciesen en nuestros nidos y deportarlas a todas...

Yo estoy con chita, que duro es no poder volar como las tórtolas... Y huir como una tórtola común cuando viene la "turca"!!!!

Y es que desde Lepanto nos la tiene jurada el "turco"

Anónimo dijo...

Oye Calmate Son Animales? Que Tiene Que Se Vengan A Otro Territorio? No creo Que Ellas Digan A Ahora Vamos A Chile A Quitar nidos Osea. nosotros nos debemos adaptar a ella Que Te Pasa?