Hoy viene al blog el gran Miguel D'Ors con uno de sus poemas más bellos. Lo tengo guardado en la agenda y me lo digo de vez en cuando. Siempre he pensado que ser sacerdote es también "una cosa extraña" muy semejante a la que describe D'Ors en estos versos.
Es una cosa extraña
Es una cosa extraña ser poeta,
es una cosa extraña sentir la propia vida
llena de muchedumbres,
escuchar en el propio canto todos los cantos
y cotidianamente
morir un poco en todo lo que muere.
Es una cosa extraña ser poeta;
es sorprender al niño en los ojos del viejo,
es oír los clamores del bosque en la semilla,
adivinar que hay una primavera dormida
bajo cada nevada,
partir el pan y ver los segadores.
Es una cosa extraña: ser poeta
es convertirse en tierra para entender la lluvia,
es convertirse en hoja para saber de otoños,
es convertirse en muerto para aprender la ausencia.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
domingo, 16 de agosto de 2009
Poemas de agosto (VI)
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4 comentarios:
Es cosa extraña ser, y sin embargo somos.
Es cosas extraña saber ver más allá de los propios intereses.
Los poemas de Dors son maravillosos; es uno de mis poetas de cabecera.... algún día (lejano) será reconocido. Pero hacer poesía a contracorriente es lo que tiene, que no te conceden premios (ni falta que hace).
La admiración es el el rasgo distintivo del niño, del poeta y del filósofo.
Como se nota que domina el lenguaje y su dinámica!:
entender la lluvia
saber de otoños
aprender la ausencia
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