Me propuse escuchar más y mejor a los chicos que hablan conmigo; pensar más en ellos y menos en lo que debo aconsejarles. Me dije que yo también podría recibir algo en cada conversación.
Hoy he concretado un poco más este propósito: si un día descubro que ya no aprendo nada de cada alumno o alumna que venga a verme, será una señal clara de que me he hecho demasiado viejo. Habría que cambiar de trabajo e ir encargando el ataúd.
Creo que es uno de los propósitos más certeros y sencillos que he hecho en toda mi vida. De momento, no hay peligro: no me canso de aprender de estos monstruitos de 16 años.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
jueves, 15 de octubre de 2009
Propósitos sencillos
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9 comentarios:
En efecto, yo aprendí a tomar decisiones rápidas con esto. Fuera bromas.
Me voy a apuntar a ese propósito: aprender cada día algo de otro. Tiene enjundia, porque saber escuchar exige sosiego, humildad, paciencia, etc. ...Uff!
Pues eso; pararse a contemplar al otro.
A mí me inquieta que, por querer aprender de los chavales, algunos adultos terminen por darle más carta de autoridad a sus hijos que a sí mismos, creando así niños dictadores.
Es verdad que se aprende mucho, pero cuando están todos juntos en la misma clase comunicándome su saber a la vez no me entero de mucho ;o)
No, Bernardo. De los chavales se aprende, con tal de que ellos no sepan que enseñan. Nunca hay que perder la autoridad ni el afecto sincero.
Qué buen propósito...¡me lo copio! pero lo del ataúd no...
Le veo lidiando con adolescentes hasta el último momento de su vida: Dios le ha dado ese don, así que no le queda otra.(Y los padres, agradecidos: estoy por enviarle a mi hija mayor...)
Es una riqueza inmensa ésta del aprendizaje intergeneracional. Lástima que esta forma de vida que nos estamos construyendo cada vez lo favorece menos. Usted que lo tiene incluído en el oficio, aproveche!... si le llega el momento de dejarlo, seguro que esos "angelitos" se lo sueltan clarito, clarito.
Vale...se intentará, aunque hay edades que son como enfermedades...agotadoras.
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