No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
jueves, 25 de marzo de 2010
Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen
Juan Pablo II y Ali-Agca
No ha habido jamás un perdón tan universal y saludable como el que floreció en el Calvario. Por eso ofende tanto la Cruz a los sembradores de odios y a los ideólogos del rencor.
A veces se nos olvida la advertencia del Señor: “En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo”. Y "el que no carga con su cruz y me sigue, tampoco puede ser mi discípulo".
También los santos nos los han recordado con claridad:
"Hijo, óyeme bien: tú, feliz cuando te maltraten y te deshonren; cuando mucha gente se alborote y se ponga de moda escupir sobre ti, porque eres “omnium peripsema" —como basura para todos... Cuesta, cuesta mucho. Es duro, hasta que —por fin— un hombre se acerca al Sagrario, se ve considerado como toda la porquería del mundo, como un pobre gusano, y dice de verdad: "Señor, si Tú no necesitas mi honra, ¿yo, para qué la quiero?" Hasta entonces, no sabe el hijo de Dios lo que es ser feliz: hasta llegar a esa desnudez, a esa entrega, que es entrega de amor, pero fundamentada en la mortificación, en el dolor.
Me uno a esa oración especialmente hoy, día en que celebramos la VIDA -aquí en León,en la plaza de la Catedral, desafiando al frío gélido de esta noche-, para que llegue su perdón a todas aquellas madres que engañadas, presionadas o en un momento de desesperación no acogieron a la vida que comenzaba en su seno...y ahora no encuentran la paz.
4 comentarios:
A veces se nos olvida la advertencia del Señor: “En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo”. Y "el que no carga con su cruz y me sigue, tampoco puede ser mi discípulo".
También los santos nos los han recordado con claridad:
"Hijo, óyeme bien: tú, feliz cuando te maltraten y te deshonren; cuando mucha gente se alborote y se ponga de moda escupir sobre ti, porque eres “omnium peripsema" —como basura para todos...
Cuesta, cuesta mucho. Es duro, hasta que —por fin— un hombre se acerca al Sagrario, se ve considerado como toda la porquería del mundo, como un pobre gusano, y dice de verdad: "Señor, si Tú no necesitas mi honra, ¿yo, para qué la quiero?"
Hasta entonces, no sabe el hijo de Dios lo que es ser feliz: hasta llegar a esa desnudez, a esa entrega, que es entrega de amor, pero fundamentada en la mortificación, en el dolor.
Parece que, una vez más, ha llegado la hora.
Me uno a esa oración especialmente hoy, día en que celebramos la VIDA -aquí en León,en la plaza de la Catedral, desafiando al frío gélido de esta noche-, para que llegue su perdón a todas aquellas madres que engañadas, presionadas o en un momento de desesperación no acogieron a la vida que comenzaba en su seno...y ahora no encuentran la paz.
Non nobis Dómine, Non nobis, sed nómini tuo da glóriam.
No es para nosotros, sino para gloria de Dios.
Dóminus iluminátio mea et salus mea,¿quem timebo?
Si el Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quien temeré?
Estamos en el lado ganador, pero porque estamos con Él.
(Puestos a decir troncos...)
Un saludo
Ayer tuvimos (no pongo "celebramos" para que no se me malinterprete) la junta de vecinos de la urbanización (mancomunidad).
Los rencores que se enquistan con los años, son muy malos.
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