Todos los augures meteorológicos coinciden en que mañana nevará en el jardín de Molinoviejo. Serán las últimas nieves de este año desconcertante. Los estorninos no se dan por enterados y amenizan la tarde con un concierto de silbidos desafinados. Los mirlos tratan en vano de callarlos imponiendo una melodía más civilizada. Al fondo, un pinzón común marca su territorio con un diez o doce notas repetidas.
Tendría que aprender un poco más sobre árboles y plantas. Mis conocimientos son muy pobres. Miro a mi alrededor y veo pinos de Valsain, abetos, castaños de indias, falsos plátanos… ¿y qué más? Algunos árboles se han llenado de flores: blancas, rosas, violetas.
―Tú ¿Cómo te llamas? pregunto a uno particularmente florido.
Un chochín ―el pájaro más escondidizo del jardín― me responde con un grito poderoso.
―¿No comprendes, árbol ignoto, que mañana perderás todas las flores.
Son las 8 de la tarde y casi se ha ido la luz, pero logro sacar una fotografía del arbolito en cuestión mientras recuerdo aquel poema archiconocido de Francisco de Rioja:
Pura encendida rosa,Émula de la llamaQue sale con el día,¿Cómo naces tan llena de alegría,Si sabes que la edad que te da el cieloEs apenas un breve y veloz vuelo?Hoy las chicas se han ido de excursión. En la residencia continúa un curso de retiro para sacerdotes, que terminarán el sábado por la mañana con tiempo suficiente para regresar a sus parroquias.
Ha empezado a llover. El termómetro se desploma.
5 comentarios:
KABOOM! Ola de frío, incluso aquí en el sur del mundo Don Enrique, asique no desespere, no está solo.
O.
Yo que Ud. me iba el Sábado a tomar un café al parador de Segovia....
Hacia las 11:30 o 12 ...
Probablemente sean endrinos o cerezos de jardín...
Marita
Yo también me inclino por un cerezo, almendro o cualquier árbol del género Prunus.
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