martes, 3 de septiembre de 2019

4,10 de la madrugada



Me desvelo a mitad de un sueño. Yo hablaba con alguien en alguna parte (así de concretas son mis fantasías), pero me he quedado con una palabra en la boca, al borde mismo de los labios, con ganas de salir al exterior. Opto por terminar la frase en voz alta, entre las nieblas de mi duermevela:
—"Hoy tengo la memoria en carne viva".
Al oírme decir un endecasílabo tan perfecto, me despierto sobresaltado y decido apuntarlo en un papel para consultarlo con mi pediatra. ¿Se lo habré copiado a Miguel d'Ors, que es mi lectura de estos días. No me pega, la verdad. ¿Será que sueño en verso y no me entero?
El búho que me acompaña me dice que no presuma:
—No eres Góngora, amigo. Son achaques de la edad, y con tanto festejo, se te ha acentuado la hipermnesia; sí, la tienes en carne viva. Consérvala mientras puedas.

7 comentarios:

Goyo dijo...

Últimamente yo sueño que estoy en el cielo y vuelo sobre los trigales verdes . Otras veces sueño que voy de la mano de la virgen por jardines tan bellos como imposibles de ver en la tierra . Es maravilloso soñar con el cielo . Lo malo es despertarse y volver al curro.
Gracias por tanta Belleza D Enrique

Isabel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Merche dijo...

¡Ah, Isabel, pero no importa que esté dicha! Le das las gracias al "donante anónimo" y se la coges prestada. Je, je.

Antuán dijo...

Las palabras están para cambiarlas de sitio. Lo digo yo. No esta todo dicho. Si no se acabaría la imaginación, conversación, el debate. Digamos mejor cambio de impresiones.Que lo otro suena a pelea verbal. Empiezan los achaque pronto. A veces el exceso de trabajo hace que no puedas dormir y aun así yo también me desvelo. Pero luego sigo durmiendo hasta que en el móvil suena Ketama: Noches de bohemia y de ilusión... ¡Lo he conseguido! Pero tengo algo más interesante. Ayer después de recoger las comidas nos sentamos un rato de tertulia como decíamos hace días y alguien que acabo sus vacaciones nos propuso unos ejercicios de relajación; Cerrar los ojos -cosa que no hice- Porque no necesito imaginarme algo hermoso. Es más mi ultimo cuaderno se llama: Soñar despiertos con poesías y pinturas. Camino del olivar de tortóla. La Mancha llana, dos montañas que no levantan mucho el horizonte Cabezaparda. Al entrar en el camino mi padre ya enganchaba las riendas del burro o después la mula - la madrileña, porque era muy salerosa- a los varales y se sabia el camino. las mieses crecidas y amaneciendo. Mis hermanos y yo hablábamos con mi padre subidos en el carro durmiendo o andando nos decía los nombres de los montes: el cerro de san Cristobal... Y tantas cosas. Hay cosas que están ahí. Le digo a una ¡Cuida de tu madre! Que los padres se acaban. Pero no. Velan por nosotros. Adiosle-pido

Goyo dijo...

Gracias Antuan me encantan tus dibujos escritos del día a día sencillo pero lleno de Dios . Gracias

josemaria dijo...

Pues a mí que debería invocar a las musas y tratar de continuarlo.

Fernando Q. dijo...

Después de Cervantes y Azorín, nadie me había movido el alma así con una descripción del paisaje castllano Antuán. Gracias