…y como todavía soy jovencito, han decidido que este año me
ocupe de los niños de tercero de primaria que harán en mayo la primera
Comunión. Estoy aterrado; no tendré más remedio que inventarme nuevos cuentos y
domar en clase a una pequeña manada de potrillos encantadores en estado
salvaje.
—Usted tiene mucha experiencia y lo hará mejor que nadie —me
repiten una y otra vez los que me han metido en este lío—.
Es una manera como otra cualquiera de decirme que nada como
un abuelo para contar batallitas a los niños. ¿Experiencia? Desde luego que sí,
pero, como ya he dicho en repetidas ocasiones, la experiencia enseña que no hay
que hacer caso de la experiencia, porque cuando uno tiene experiencia de verdad
ya no se acuerda de nada, ni siquiera de su presunta experiencia.
Hoy han venido a verme dos chavales de 12 años. Uno lleva
años en el cole; el otro es nuevo.
—Don Enrique —me dice el más veterano—, quiero presentarle a
mi amigo. Es un poco parao y le da vergüenza hablar con el cura. Ya le he
dicho que no pasa nada, que usted confiesa genial y no riñe nunca.
8 comentarios:
Gracias D Enrique el chaval genial y usted lo hará bien seguro .
Gracias por esta entrada tan simpática
Estaba convencido de que hoy no pondrías "peros". Me equivoqué. ¡Cómo va a ser obligatoria la confesión! ¡Cómo va a "puntuar"!
Y, por cierto, eso de que la gente mayor tiene poca paciencia... ¿No ves la paciencia que tengo contigo?
Además, ¿no es cierto que los niños se suelen llevar muy bien con los abuelos?
No te tomes muy en serio mis afirmaciones de que "estoy aterrado", etc. Me encanta este trabajo, que realicé durante 18 años seguidos en otro cole, y yo mismo he sugerido este curso la posibilidad de tener el encargo de las primeras comuniones.
Mucho ánimo,Don Enrique,en esta nueva etapa del año!!!
Mucho ánimo,Don Enrique,en esta nueva etapa del año!!!
Me alegro! Espero que disfrute de su nuevo encargo. Y seguro que le dará para inventarse nuevas historias. He de decir que el curita de mi pueblo Q.E.P descanse tenia su genio y su manera de hacer las cosas pero era muy bueno. D. Teógenes de córdoba; nunca me habló del Opus Dei pero en la confesión me iba poniendo tarea, digamos metas que me acercaban a Dios. Al jubilarse se vino a Madrid con su prima que le había cuidado y vivían cerca de la residencia sacerdotal porque entonces le toco cuidar de ella que estaba enferma. Me llevo mi hermana a verlos y lo encontramos paseando a su perro. Nos contó que le habían encargado ayudar en un colegio de pequeños como usted y cada mañana cogía el autobús con ellos y estaba encantado de sentirse útil. Los sacerdotes no se jubilan. Como se suele decir de los soldados: Mueren con las botas puestas. Usted lo sabe mejor que nadie. Cada mañana me imagino celebra su Misa donde le digan. Y esas cosas. Disfrute. Me voy a la recogida. Adiosle
Don Enrique....¡¡¡Que trabajo tan bonito!!!...yo me dedico a la enseñanza ,le entiendo profundamente...los niños son cansinos pero es estupendo estar con ellos,se aprende mucho.A mi me han dado algunas lecciones importantes.
Saludos.
Rafaela.
qué no daría yo, don Enrique.
qué no daria yo...!
Que chulo ,Primeras Comuniones
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