Y yo que creía que en España éramos felices y comíamos perdices. Pues no. La noticia es de hoy mismo, miércoles 18 de abril. Resulta que la Universidad de Cambridge no tiene cosa mejor que hacer que medir la felicidad media de los países de Europa, y ha llegado a la conclusión de que somos los décimos en lo que a alegría se refiere. Nos han aplicado el felizómetro, y hemos dado negativo.
El felizómetro es como el polígrafo, o sea como el detector de mentiras. Antes sólo teníamos un Polígrafo, que era don Marcelino Menéndez y Pelayo, ese que tiene una estatua en la biblioteca nacional; pero ahora hay muchos. Se lo aplican a los famosos en la tele para ver si mienten o no cuando nos cuentan sus aventuras cárnico-sentimentales.
Bueno, pues a lo que iba. En Cambridge han inventado el felizómetro digital a pilas para medir el grado de júbilo de los pueblos, y han llegado a la conclusión que los países son la mar de dichosos si se fían de de las leyes y de sus instituciones, sobre todo del gobierno. También cuando todos tienen pareja estable y son “realistas en sus expectativas”, o sea cuando no se hacen demasiadas ilusiones.
Ahora lo entiendo. Si ya notaba yo algo y no sabía lo que era. Desde que no me fío un pelo del gobierno ni del Instituto Nacional de Meteorología, ando un poco revuelto y como crispado. Además, lo reconozco, me gustan poco algunas leyes —la del matrimonio a la carta, la de educación, la de la paridad, etc.—, con lo que mi nivel de infelicidad va subiendo por momentos. Además, soy cura, así que nada de pareja estable. Y para colmo mis expectativas no son realistas: sigo haciéndome ilusiones. Aspiro a ser santo a pesar de que llevo muchos años fracasando en el intento. Quiero irme al Cielo y llevarme conmigo a todos los que pueda. Y vivo soñando, como Salomé cuando ganó Eurovisión, con metas tan altas, tal altas, que vergüenza me da ponerlas en el blog.
Me aplico el polígrafo y compruebo que no miento. Me conecto al felizómetro de Cambridge y soy un desgraciado al borde mismo del suicidio.
Tiro el felizómetro a la basura. Lo siento, no funciona. Apostaría que soy bastante más feliz que los sesudos investigadores de Cambridge.
5 comentarios:
Creo, por desgracia, que lo del "felizometro" debe ser cierto. Que hay personas como usted que son felices tampoco. Libertad y felicidad van de la mano, pero si la mayoría fuera libre habría escrito otras lineas.
Creo que es verdad porque España tiene la tasa de natalidad más baja del mundo. Sino la más baja, de las más bajas. Andamos en 1,2 hijos por pareja... Vamos que no somos capaces, ya no de multiplicarnos, sino sólo de reponernos al 60%. Poco nos queremos.
Además, en un Pais dónde programas tipo Gran Hermano continúan en Antena un año y otro año el nivel cultural no puede ser muy alto. Ya hay que ser cafre para seguir lo que hace un "tío" sin cualidades ningunas 24hs al día. Puestos a observar a alguien observemos a gente con talento y no perdamos el tiempo.
Ah!! Y luego está lo de la política... pero por respeto al electorado correspondiente y porque en el lenguaje escrito hay que ser "delicado" en los adjetivos no puedo continuar.
Grave errata, GRAVÍSIMA: quería decir "también" no tampoco. No tengo ninguna duda de que alguien así es feliz, y de la felicidad que se contagia y está por encima de los "felizometros".
Ya ve cómo podemos ser felices los españoles si la mayoría somos así de torpes.
Hablar sobre la felicidad creo que es muy complicado, pero una imagen vale más que mil palabras y esos monos me han impresionado. No puede haber una ilustración más adecuada para este texto.
Vi un reportaje de un tipo de felizómetro para niños, pero era una computadora portátil en donde el niño oprimia uno de 10 botones indicando su estado de felicidad 1 era muy infeliz 10 era muy feliz.
También por ahi vi en la t.v una teoría que dice que entre más sepas menos feliz eres , ustedes que opinan?
hay una terí que dice que ente mas ignorante eres , eres mas feliz, de ahi que esos monitos del la ilustración está muy adecuada.
ustedes que opinan?
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