No quería yo tratar este tema cuando puse la entrada anterior; pero he recibido cuatro correos electrónicos que manifiestan su desconcierto, y la misma Rocío hace un breve comentario que me da pie para añadir unas pocas líneas. Por mi parte serán las últimas.
Sería instructivo investigar, no tanto la actuación de la Iglesia en relación a Hitler, que está bastante clara, sino, sobre todo, la mala conciencia histórica, que lleva a muchos a lanzar basura en las más variadas direcciones para acabar concluyendo que todos tienen la culpa de todo lo malo que ocurre en el mundo.
¡Ah, la memoria histórica!
Einstein, como es bien sabido, no era cristiano, sino judío. En 1940, cuando escribió este artículo, aún faltaba por llegar lo peor. Su testimonio, en esa fecha, no puede ser más rotundo.
En todo caso, un buen resumen de la postura de la Iglesia católica en relación con Hitler puede encontrarse en http://www.interrogantes.net
3 comentarios:
Hola D. Enrique:
Ahora que terminó la cuaresma y entramos en una etapa más festiva quería aprovechar para hacerle una sugerencia.
En las bodas, siempre pienso que sería conveniente advertir a padrinos: suegros ambos, de que van a hacer entrega de sus hijos no a casarse con ellos. Aunque parezca una consideración elemental, tras años de reflexión he llegado a la conclusión de que no los queda muy claro. Quizás si les sentamos más atrás...
Se me ocurre que quizás pueda advertirlo, sin acritud y desde la objetividad (como dicen los políticos) por aquéllo de "más vale prevenir...". Y si si se trata de hijos/as únicos, leer dos veces aquéllo de "dejarán a su padre y a su madre y formarán una sóla carne". En situciones extremas se puede añadir que el Derecho canónico no incluye a los suegros en la definición de matrimonio.
La prudencia "suegril" es muy recomendable por que así cuando sean viejecitos el matrimonio feliz les cuidará y atenderá sabiamente y con toooooooodo el cariño.
Muchas gracias y enhorabuena por el blog.
PD
Oye, que yo no pienso que la Iglesia colaborara con los nazis. Si lo pensara, a lo mejor ahora no tendría fe, ni estaría tan oprgullosa deser católica: así de irracionales somos. Gracas a c.b. por su explicación.
Lo último que se me ocurre es estar "orgulloso" de ser católico. : P
Publicar un comentario