miércoles, 12 de septiembre de 2007

Yo soy tonto, ¿y usted?


Espléndido el último artículo de Enrique García-Máiquez. Vale la pena leerlo entero aquí.

Adopto ya, desde ahora, el refrán "en la duda, saluda" que nos propone el ilustre poeta. Me será de gran utilidad cada vez que coja el ascensor del parking de residentes. Hace tiempo escribí algo sobre los temas de conversación más recomendables para un ascensor. Es un asunto que me inquieta, y prometo volver sobre el tema.

Tampoco está mal visto lo que dice sobre la confianza que tienen los tontos en su propia inteligencia:

"Oigo yo no soy tonto" y me echo a temblar".

Lo que no veo claro es por qué los tontos tienen tanto miedo a ser descubiertos. Ser tonto no es tan malo. Yo conozco tontos encantadores, simpáticos, incluso sabios, porque la sabiduría no es privilegio de los listos. Lo malo es ser tonto y vanidoso; pero un tonto a secas puede ser estupendo.

Hace años oí por la calle la siguiente conversación:


—¡Está usted ciego, o qué! —gritaba un energúmeno a un paisano de gafas negras—.

—Sí, señor. Lo siento. Soy invidente.

El energúmeno ni siquiera pidió perdón. Creo que masculló algo así como "ah, vale".

Desde entonces decidí adoptar la misma táctica. Si alguien me insulta con la conocida pregunta retórica "¿es usted imbécil, o qué?". Yo respondo:

—En efecto, amigo mío.

Es cierto que, hasta ahora, sólo me lo han preguntado una vez, pero mi réplica tuvo un efecto balsámico. Por un momento sentí la tentación de contestar "yo sí, ¿y usted?". Pero supongo que no habría sido lo mismo.




6 comentarios:

Bernardo dijo...

Otra respuesta sería:

"No soy ni la mitad de tonto de lo que la mitad es; pero la mitad de los que lo son no son ni la mitad de los que deberían ser."

O algo así. Para más detalles pregúntenles a los herederos de Tolkien.

Anónimo dijo...

"Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles?"

Lucía dijo...

El anecdotario de los saludos supongo que es muy amplio y merecedor de estudio: los "normales" que te saludan siempre y el día que no lo hacen sabes que les pasa algo,los que no te saludan aunque les hayas visto mil veces incluido el ascensor, los que de pronto un día parecen haberte descubierto y te saludan tan amables que no te lo crees para luego pasar de nuevo al anonimato,los que solo se acercan el día que les vienes bien para sacarte algo y luego hacen como que no te conocen,los educados que no te conocen pero te saludan porque se encuentran contigo,y unos que me parecen muy "simpáticos" los que cuando llegas a otro pais te identifican rápidamente como extranjero,hacen como que te conocen de toda la vida saludandote efusivamente, te van sacando de una forma muy hábil( ya que como persona educada dudas de tu memoria)tu nombre y lugar de trabajo para acto seguido pedirte un favor( momento en el que despiertas del sopor producido por tanta efusividad).Me imagino que se podrían añadir otros mas...

E. G-Máiquez dijo...

Qué casualidad. Yo hoy le enlazo desde mi entrada. O sea, que hacemos saludos mutuos.

Juanan dijo...

¡Yo me apunto! Aunque no puedo prometer nada, sé de sobra lo vergonzoso que soy para eso.

Anónimo dijo...

En clara oposición con el ya famoso lema "yo no soy tonto" de MediaMarkt. Me quedo con "sí, lo soy" desde luego; "porque todo el que se enaltece será humillado y y el que se humilla será enaltecido"