martes, 29 de abril de 2008

La vida vista a los noventa años


Como ya anuncié aquí hace días (*), hoy, 29 de abril, don José Orlandis cumple 90 años. Estas son algunas líneas del último libro que acaba de publicar:

Una vida que alcance edades muy avanzadas puede estar todavía llena de posibilidades y de fecundidad. Ancianidad va aneja a sabiduría en la Sagrada Escritura, pero también en pueblos actuales menos desarrollados técnicamente, pero que se mantienen fieles a la ley natural, en su estructura social y en sus instituciones. Los mayores poseen el tesoro de una larga experiencia y, gracias a ella, de una mayor prudencia —la virtud cardinal— y ejercen especialmente el don de consejo. En la sociedad pueden cumplir como nadie aquella misión que el Fundador del Opus Dei definió como “sembradores de paz y de alegría” (Surco, 59). Y, si es verdad que los ancianos pueden hacer menos cosas que las que podían hacer antes, las cosas que pueden hacer las hacen mejor.
(… …)

La epopeya de la vida culmina en un final feliz. “Dejadme ir a la Casa del Padre” fueron las últimas palabras salidas de labios del Papa Juan Pablo II, al término de su vida santa. La Casa del Padre, donde "hay muchas moradas” (Io XIV, 2) es el destino de los hijos de Dios que tratan de ser fieles a este nombre.

Puede ocurrir, sin embargo, que la casa paterna parezca estar en lo alto de un monte y que la ascensión última requiera un particular esfuerzo y haya que superar una vertiente muy áspera. Pero leí alguna vez que un viejo proverbio africano dice que la subida a un monte se hace fácil, si sabemos que en lo alto nos espera un amigo. En la cumbre del monte de la existencia nos espera nuestro Padre, Dios, y Jesucristo, el gran Amigo, que se hizo hombre y dio la vida por nosotros.

José Orlandis, La vida vista a los noventa años. Ed. Rialp, Madrid 2008


(*) Por cierto, todos los días llegan nuevos mensajes de felicitación como comentario a ese post, y me consta que don José los recibe.



1 comentario:

Benita Pérez-Pardo dijo...

Feliz cumpleaños atrasadas!. Leí ayer el post pero reconozco que con mi despiste habitual pasé por alto la fecha del cumple.

Algún libro ya he leído y me suena que también tiene mucho sentido del humor.