Ya se pasea por España el “bus-ateo”. No se trata propiamente de un autobús, sino de un singular anuncio publicitario, pagado por unos incrédulos proselitistas de origen británico, que campea en la popa y en los laterales de los autobuses urbanos. El texto dice así: “probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida”. Estrambótica afirmación que está dando que hablar a medio mundo.
Como uno tiene la fea costumbre de tomar el rábano por las hojas, me he fijado sobre todo en la primera palabra: “probablemente”. Fue Carlsberg, la conocida cerveza danesa, quien la puso de moda para su publicidad. Carlsberg se autoproclamaba “probablemente la mejor cerveza del mundo”, y los expertos en márquetin descubrieron que el adverbio tenía éxito; daba una imagen de seriedad y también de respeto hacia las opiniones contrarias. Tanto es así que incluso la adoptó una funeraria privada de Madrid para proclamar, con la solemnidad que caracteriza a estas beneméritas empresas, que ellos eran “probablemente” los que prestaban un mejor servicio.
A mí nunca me cayó bien el adverbio. Me recordaba a esos otros anuncios que manejan estadísticas sacadas de la manga para dar la impresión de rigor matemático: “4 de cada cinco dermatólogos recomiendan…” Francamente, uno espera que, cuando alguien quiere venderte un producto, lo defienda con pasión y sin matices. A los hispanos —no sé a los británicos— nos gustan las verdades rotundas y nos encanta proclamarlas con vehemencia, dando por supuesto que las opiniones contrarias siempre son absurdas y los discrepantes, cretinos.
Probablemente el inventor del bus-ateo pensó que su propaganda libertaria y antirreligiosa quedaría mona si la matizaba con un adverbio como el que nos ocupa. Craso error, amigo. Ese probablemente es provocador. Nada más ponerme al teclado del ordenata ya se me han ocurrido tres o cuatro letreritos, a cuál más ingenioso, para pegarlos al pie del tuyo. Desde el “probablemente te equivocas, colega”, hasta otros menos correctos que ni siquiera Kloster se atreve a reproducir.
En todo caso, conste que estoy a favor del autobús y espero verlo por Madrid antes de que se les acabe el dinero a sus patrocinadores. Cuando circule por mi pueblo será un poco más sencillo hablar de Dios, y nadie podrá acusar a los cristianos de meternos en conciencias ajenas ni de hacer un “ilícito proselitismo religioso”.
Pongamos que Kloster está sentado en la terraza de una cafetería con un amigo; pasa el anuncio por delante de las cañas de cerveza y mi colega aprovecha la ocasión:
—Por cierto, ¿qué te parecería hacer un retiro espiritual de tres días para pensar en eso?
—¿En eso?
—Sí, en la existencia de Dios, en lo que cuenta Dios en tu vida, en cómo disfrutar de verdad sin mirar para otro sitio…
Sospecho que, gracias al anuncio, nos vamos a hinchar a hacer apostolado. Van a conseguir que ya nadie esconda la cabeza debajo del ala. Probablemente en España se hablará de Dios a todas horas.
La segunda parte del mensaje (“no te preocupes y disfruta de la vida”) merecería un comentario más largo. Probablemente el genio que lo ha inventado tiene una idea puritana y triste de la religión, muy en la línea de alguna mentalidad de origen protestante.
Gracias al bus-ateo ahora tenemos la posibilidad de explicar que, si Dios no existiera, disfrutar de la vida sería muy complicado, sobre todo a partir de los 60 años, cuando el placer más refinado que uno concibe es la anestesia total.
Los católicos sabemos que el anuncio del bus tendría más sentido si dijera “no te preocupes, Dios existe. Aunque te duela, la vida tiene sentido: disfrútala”.
Amigos incrédulos, poned muchos autobuses de ésos, por favor. Y Dios, que existe (sin adverbios), os lo pagará… probablemente.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
miércoles, 7 de enero de 2009
Probablemente...
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17 comentarios:
Bueníííiíísimo, pater. Muy bueno, de verdad.
Y muy certero. Un saludo y buenos días/ buen año.
Probablemente, el de la foto es Fernando Sánchez Dragó.
¡Feliz Año!
esta entrada es probablemente la mejor forma de sacar partido al anuncio, la he disfrutado con ganas
Pues a mi ese autobús, que ya conocía, no me gusta nada. Es que, no lo soporto y nunca me voy a subir aél, por supuesto ya me siguiera un perro rabioso.
Aunque, viendo el lado positivo, quizás podamos sacarle rentabilidad.Este autobusucho, como algunos otros "entes", me traen a la cabeza aquella frase ingeniosa de D. Quijote a Sancho: "LADRAN, SANCHO, LUEGO CABALGAMOS". Ladraban los perros, y siguen ladrando bajo otras formas, bajo la forma de la imprudencia, de la insensatez, del descaro, de la falta de respeto y de la mayor de la falta de fortuna: la falta de fe.
Feliz Año, y que siga tan inspirado.
Probablemente el anuncio tiene más sentido quitando la palabra NO. Y eso se puede hacer con un sray de pintura cuando el autobús se para a recoger inquilinos....Una idea... Y a los alcaldes que les den!
Cuando anunciaron esta campaña me entristecí.Después de leer su comentario: ¡ me alegro !
Gracias por haberme ayudado a darle la vuelta al asunto.
MONTSE
Vaya, a ver si me va a dar envidia que no los tengamos todavía en Valladolid.
Probablemente le copie su entrada con las referencias 0 enlaces a su blog. Gracias.
¡Gracias por dar esta otra visión de juego! [Ovación]
Hablemos pues de Dios,
Probablemente este letrero se refiera al Dios castigador, al Dios vengativo que va a venir a juzgarnos y a condenarnos, al Dios que nos entristece constantemente recordándonos lo malos que somos, al Dios siempre en contra nuestra que predica lo que está prohibido y que sólo acepta a los que no hacen determinadas cosas, la mayoría relacionadas con el terreno de la sexualidad. A este Dios malo e injusto que nos ha creado para que vivamos unos cuantos años amargados y que sin darnos una segunda oportunidad nos va a condenar para toda la eternidad.
Seguramente no se refiera al Dios que se preocupa de nosotros, al Dios Padre que no soporta que sus hijos se odien, al Dios que ya no sabe qué decir para que sus hijos se respeten, para que no se tengan envidias, para que se preocupen los unos de los otros, al Dios que atónito le dijo a Caín “ pero qué has hecho, si es que la sangre de tu hermano está clamando a mí desde el suelo”. Al Hijo de Dios que está más que comprobado que existió, que trajo de cabeza a gobernantes hebreos y romanos que decretaron inútiles persecuciones. Al Hijo que nos dejó dicho que Dios ama tanto a cada uno de nosotros que deja a 99 y se va a buscar al descarriado porque como Padre que es no soporta perder a ninguno. Al Hijo que cuando caemos en las redes de la tentación y del pecado desciende hasta buscarnos y tendiéndonos la mano nos dice a nuestra alma “levántate ya amada mía, paloma mía”. Al Dios Espíritu inspirador de la vida de los Santos, que llama cada noche a nuestra puerta, que intenta hablarnos cada día, que nos conforta en hospitales y ambulancias, que nos abre los ojos a su presencia. En fin al Dios que da sentido a nuestras vidas.
Un artículo muy bueno, le felicito.
Desde Barcelona, he enviado un montón de copias, y además, como soy asíduo visitante de su blog, he aprovechado para recomendarlo.
Feliz Año.
Salvador
Me ha gustado mucho y con su permiso lo he copiado y mandado a todos mis amigos.
Gracias. kimi
Es un letrero que hace pensar...
¿cómo voy a disfrutar de la vida si Dios no existe ?
Porque lo más improbable es que no me muera.
Y si me muero, y Dios no existe, ¿cómo no voy a preocuparme?
Muy bueno ver la otra cara de la moneda. En eso ni habia pensado..excelente oportunidad para debatir en los bueses mismos. Al menos dejar la inquietud y si Dios existiera? porque probablemente exista!
Yo vivo en Murcia y aquí hay un anuncio totalmente diferente dice así en unos carteles muy grandes en las farolas al lado de donde trabajo "YO CREO, SÍ CREO" hablan del reciclaje pero también cuesta darse cuenta de eso. Me parece mil veces mejor que el otro.
Le mando la página donde sale el anuncio de Murcia.
http://www.murcialimpia.com/
Estoy de acuerdo en que se hablará más de Dios.
Aunque no estoy muy segura si a Dios le gusta que se hable de Él "aunque sea mal"! Lo que sé es que los tibios le caen mal.
Se podría añadir bajo el anuncio: "Y SI EXISTE?"
O más castizo: "PUES ANDA QUE SI EXISTE..."
O ponerla en positivo añadíendole aquella famosa frase del Santo Padre Pío; por ejemplo:
DEFINITIVAMENTE DIOS EXISTE, ASI QUE "REZA, ESPERA (CONFÍA) Y NO TE PREOCUPES".
Y donde dice Confía, léase, CREE. Digo yo.
Saludos
María ZQ
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