Enciendo el ordenador, abro el blog y decido releer algunas viejas entradas que yo mismo escribí hace no tanto. Me aplaudo quince o veinte veces; me pongo colorado tres o cuatro, y contemplo fascinado mi propio ombligo. Reconozco que los comentaristas más aduladores tienen toda la razón, y me siento feliz de haberme conocido.
Van pasando los minutos, incluso —horror— las horas, y comprendo que debería escribir algo, un post diferente; pero no se me ocurre nada. Me encuentro en el desierto literario más inhóspito.
Kloster, que siempre me echa una mano, llega instantáneamente.
—¿Recuerdas a Graógraman? —pregunta—.
—¿A quién?
—Sí, hombre, aquel león de “la historia interminable” que vivía siempre en el desierto y no lograba salir de él.
“¿Siempre estás solo? —le preguntó Bastián, el protagonista de la historia—. Mi reino es el desierto —respondió el león— y el desierto es también mi obra. Adonde quiera que vaya, todo se convierte en desierto a mi alrededor. Lo llevo conmigo. Soy de un fuego destructor. ¿Cómo podría tener otro destino que una perpetua soledad?”
Cuando Kloster se pone metafórico, resulta insoportable.
—¿Se puede saber de qué estás hablando?
—Hablo de la vanidad. Cuando te dejas llevar por ella, a tu alrededor sólo habrá desierto, un desierto de colores, como el de Graógraman, pero estéril.
—¿Y qué puedo hacer?
—Cuenta la historia que, cuando el león dormía, entonces sí: a su alrededor renacía Perelín, la selva nocturna, una jungla fantástica hecha de luz viva.
—No recuerdo ese cuento.
—No lo olvides, colega: sólo si tu vanidad duerme volverá a florecer tu imaginación y servirá para algo. Mientras tanto…
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
sábado, 18 de julio de 2009
Vanidades
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12 comentarios:
Don Enrique
Si algún día no nos escribe nada, me pondré malo. Todos mis días empiezan leyendo sus "tonterías". Para cuando se ponga tan enfermo que no pueda escribir ni una línea (o se muera), dígale a Kloster que nos lo comunique sin falta.
Muy buena entrada. Nos ayuda a todos.
¿dónde está el video del power point?
hace tan sólo unos días conocí este blog suyo y ya me he leído muchísimos escritos suyos. Me parecen todos muy interesantes.
muchas gracias
Es la "monda" D. Enrique... Kloster nunca falla. Gracias. AC
Justo ayer me comentaban que las personas que tienen gran capacidad de comunicación deben cultivarse por dentro porque corren el riesgo de quedarse vacíos de tanto mostrarse al exterior.
¿Es eso la vanidad? Creo que lo acabo de entender.
Vale, vale, se lo diremos si es que lo necesita un poco más: nos gusta su blog. No estamos de acuerdo en todo pero lo leemos casi todos los días. Mentira: todos. Pero nos gusta tambien participar y leer nuestras entradas y los comentarios de los contertulios... También tenemos nuestra vanidad.Se me ocurre que el blog es cualquier cosa menos un desierto. ASí que pa´lante, a seguir escribiendo, que ya queda menos verano.
He estado unos días de viaje y cuando vuelvo y me meto en su blog descubro que cada vez tiene más comentarios y capacidad de convocatoria. No se si eso aumenta su vanidad aunque, si así fuera, me imagino que leyendo el breviario todos los días se le" bajarán los humos".De lo que estoy segura es de que eso no le vacía sino que le estimula a seguir escribiendo.
Sus lectores se lo agradecemos.
Vaya, citando La Historia Interminable, gracias por traerme tantos recuerdos. Creo que dentro unos años me gustará releer algunas cosas cuando Jaime crezca un poco.
Supongo que habrá leído "Momo"... ¿quizá algún día escribirá sobre los hombres grises? ¡No pierdan la sintonía!
Posdata: anoche fui al cine a ver "Harry Potter y el misterio del prícipe". Creo que los cineastas están atrapados en un vórtice malvado que les obliga a terminar con toda la saga, pero en realidad no tienen ganas de hacerlo. Y los fans esperan que cada película supere a la anterior. Un drama.
Bernardo, estoy contigo. Harry Potter es mejor leído. Gana muchísimo. Y los actores no cambian tanto como en pantalla. Has visto al pobre Draco lo feo que está?
Magnífica entrada, no tengo palabras.
Mire que a veces cuesta no ser vanidoso...(lo digo por mí...), ¡cuánta lucha hay que poner!
Me encanta este post, miga de la gorda tiene. También estaba releyendo yo, no lo mío sino lo suyo. Y nunca olvido que Santa Teresita no volvía a leer lo que dejaba escrito.
Me miro, me remiro y qué guapísima creo verme que ven. No quepo en mi de tanto mi misma...
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