Leo en el periódico: “cuando se conoció la noticia de la detención del segundo terrorista, miles de ciudadanos de Boston llenaron las calles espontáneamente para vitorear a sus fuerzas de seguridad”.
―Estas cosas ―me dice Kloster― pasan en América. Allí saben que tienen el derecho a aplaudir y lo ejercen con generosidad. En cambio la vieja Europa y la anciana España sólo conocen el derecho a exigir, a quejarse, a gruñir, a sospechar, a protestar, a intimidar, a insultar…
―No te pases. También aplaudimos a la selección de fútbol, a Nadal…
Kloster me mira compasivo y sale al jardín para aplaudir al Creador que nos manda esta preciosa primavera.
8 comentarios:
En América aplaudimos hasta al final de la misa. Así de espontáneos somos.
Hombre, en concreto en este tema es algo comprensible. Con nuestros antecedentes, es normal que a los europeos no nos entren muchas ganas de aplaudir después de que se declare un toque de queda y salgan los tanques (o Humvees) a la calle con un montón de tipos armados hasta los dientes.
Me parece que si por allí hubieran padecido guerras recientes en su suelo patrio (la de Secesión ya les pilla lejos), les darían escalofríos esas imágenes.
Pobre Nadal, se quedó con las ganas en un 7 a 6, ná y menos que eso. pero no pudo. No te rindas chaval. Contamos contigo, todavia puedes pero tomate el tiempo que necesites. Adiosle
En cualquier Nación que se precie, el dolor y el terror une a los ciudadanos. But Spain is different, oh yeah...
A los toros, a la feria de Abril....
En fin. Ha leido lo del artefacto que le han mandado al Arzobispo de Pamplona?
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/04/19/espana/1366385885.html
Me quedo con EEUU
Tambien hemos visto a Nadal.Por pelos
Tengo sensaciones muy variadas,un atentado con 3 muertos y cientos de heridos y la alegría por la liberación de ese barrio en Boston y así poder recuperar la libertad los que allí viven de una u otra forma . Por otro lado un presunto culpable(sólo hay pruebas circustanciales) tiroteado y otro muerto.
Yo diría gracias, pero sin aplaudir.
Todos los días un gracias y un aplauso para ÉL.
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