martes, 9 de abril de 2013

"Un Dios prohibido"





Éste es el título de una película que la productora Contracorriente estrenará en nuestro país dentro de pocas fechas. Trata de los mártires de Barbastro, un terrible episodio de la persecución religiosa en España.
No hay que remontarse siglos atrás para hablar de las barbaries que es capaz de hacer el ser humano y del heroísmo de millones de víctimas. Se cuentan en más de 10.000 los mártires durante la Guerra Civil donde un porcentaje muy importante del clero fue asesinado.
En este tiempo ejecutaron a doce obispos, entre ellos el de Barcelona. Todos menos uno murieron al inicio de la contienda. A esta cifra habría que sumar 4.184 sacerdotes, 2.365 frailes y 283 monjas. Los seglares que fueron asesinados a causa de su fe ascienden a 3.000.
Pero también hubo auténticas masacres en otros puntos. El actual obispo de Barbastro, Alfonso Milián, recuerda las palabras de Juan Pablo II cuando habló de cómo el seminario entero de esta pequeña Diócesis fue asesinado. "¡Todo un seminario mártir!", exclamó el Pontífice, ahora también beato.
También es mártir de este lugar el que fue su obispo al comenzar la guerra, monseñor Florentino Asensio, cuya muerte fue de una crueldad inimaginable. Una vez detenido y encarcelado fue trasladado el 8 de agosto de 1936 a una celda del Ayuntamiento. Fue sometido a todo tipo de vergonzantes vejaciones. Mientras le empujaban le decían: "no tengas miedo. Si es verdad eso que predicáis, irás pronto al cielo". La respuesta de este obispo no pudo ser más clara: "Sí, y allí rezaré por vosotros". Sus asesinos, poco antes de arrojarle a la fosa común, le robaron su ropa y sus zapatos y le arrancaron los dientes.
Todo esto es bien conocido por los historiadores. Hay libros estremecedores que relatan con objetividad la epopeya de los mártires de la guerra Civil.
Cuando hablamos de mártires no nos referimos a la víctimas de la guerra, que fueron muchas por ambos bandos, sino sólo a aquellos hombres y mujeres que entregaron su vida en defensa de la fe, perdonando a sus verdugos. A ellos está dedicada esta película. Como es lógico, yo no la he visto todavía; pero supongo que la Productora Contracorriente no trata de alimentar odios ni rencores pasados. Dejémonos de falsas memorias históricas siempre teñidas de amnesias histéricas.
Todos hemos de perdonar y pedir perdón, y los mártires son un ejemplo. Este es el trailer oficial del film:
 


5 comentarios:

Fernando Q. dijo...

Tiene cierto riesgo hacer comentarios sobre este asunto, que liga trágicamente lo divino y lo humano. Pero no puedo dejar de reconocer la gran verdad en su frase don Enrique cuando dice que las víctimas de la guerra civil no son mártires. En efecto, ser mártir es algo distinto y así debería ser considerado. Morir por tus ideas es loable (según qué ideas, y aquí es cuando me callo) y morir por tu fe inmolándote mientras destruyes vidas de supuestos infieles es una aberración. Ahora bien, sufrir martirio y ser asesinado por mantener tu Fe cristiana, y además hacerlo perdonando a tus asesinos, eso no se ha dado en la historia del hombre hasta que recibimos el glorioso ejemplo de Cristo en la Cruz.

Es por eso que a algunos nos sorprendió que la Iglesia estimara oportuno paralizar los procesos de beatificación de los mártires de la guerra civil, aludiendo motivos de “buenismo” político. Es por eso, también, que reconocemos la enorme fuerza moral del Beato Juan Pablo II cuando retomó los procesos y elevó a los altares a aquellos que dieron su vida por la salvación de sus enemigos.

Las memorias históricas pondrán hacer justicia en el mejor de los casos, pero desde luego, los mártires no fueron parte de la contienda, sino que la sufrieron de manera especial, esto es, perdonando al otro justo antes del trágico final. Que se conozca su historia para que así su martirio cobre sentido al dar ejemplo a los dos bandos y a sus descendientes.

Anónimo dijo...

El martirio de Barbastro es uno de los muchos padecidos en la Guerra Civil y que frecuentemente se quieren olvidar o que, en todo caso, se relatan vergonzantemente o de forma que pretende ser políticamente correcta (por citar un ejemplo, en la página de la Universidad de Oviedo, al referirse al eminente historiador y jesuita Zacarías García Villada, que fue asesinado en otoño de 1936 en el Madrid republicano, se dice, literalmente y con manifiesta ambigüedad , que falleció "víctima de la represión de la guerra civil española".

Sobre los hechos de Barbastro hay dos conocidos libros del benedictino Placido María Gil Imirizaldu que los relatan de primera mano y con admirable ecuanimidad (era estudiante en el Monasterio de El Pueyo y se salvó -fue uno de los dos únicos supervivientes- de ser ejecutado por el hecho de ser muy joven, al tener 15 años): "Iban a la muerte como a una fiesta" y "Un adolescente en la retaguardia". Ambos en Editorial Encuentro y de recomendable lectura (en rigor, el segundo se refiere a toda la vivencia bélica del autor, por otro lado muy interesante, al dar un reflejo muy objetivo de la situación tras las líneas republicanas, con todas sus luces y sombras).

Antuán dijo...

He visto las imagenes esta tarde pero no tenia tiempo de comentar nada. Tenia pendiente una cita con Dios un rato de retiro que tanto bien hace para ponerse al dia y hacer un parón y plantearse: ¿Dios y yo? ¿QUE HAGO YO POR ÉL? ¿le conozco para conocerme.. como bien dice no se trata de alimentar rencores, también nos hablaban de hacer apostolado, tenemos obligacion de meternos en la vida de los demás no solo de palabra, estos cristianos dieron su vida por la Causa anosotros no se nos pide menos, hemos de dar testimonio. Adiosle

Raqueluchi dijo...

el video a sido jenial y un poco triste vueno para mi no se que opinais he jente y hola tia que se llama pedazo de anonimo

Héctor dijo...

D. Enrique : ¿ cómo se mueve un expediente de beatificación? Me refiero a si hay alguna manera de impulsarlo. creo que depende personalmente del Obispo¿no? Me refiero al de Antonio Molle Lazo. Le hubiera bastado blasfemar para salvarse pero se negó en redondo. Hicieron con él perrerías pero no lo pudieron doblegar. A mí me parece un mártir como una casa, pero veo que hace lo menos 10 años que la causa no avanza. El 19 de marzo, tras la Misa de las Hermanas, pensaba "acorralar" al sr. Obispo pero estaba muy liado y se fue como un cohete y no era plan tampoco retenerlo. ¿ Qué se puede hacer?