Último día de convivencia. Mañana por la mañana regreso a Madrid. Hoy tengo que hablar de la Santísima Virgen. Es la meditación más difícil. Nunca sé cómo empezar ni cómo acabar. Escribo un guión y comprendo enseguida que María no cabe en un esquema, que es casi una ofensa tratarla como si fuese un objeto más de reflexión o de estudio.
Yo sé que a San Josemaría le dolió oír esa palabra, “tema”, aplicada a la Santísima Virgen. Durante el Concilio Vaticano II algunos padres conciliares se plantearon dónde incluir, en qué documento, “el tema” de la Madre del Señor.
―¡María Santísima no es un “tema”! ―protestó el Fundador de la Obra―. Es nuestra Madre y nuestra interlocutora.
Empiezo a predicar recordando esta anécdota. Me olvido del guión, se me va el santo al Cielo y, de pronto, ha pasado la media hora. Apenas he dicho nada.
Es mediodía en La Acebeda. Después de una noche de truenos, granizo y lluvia, el sol del otoño asoma la patita entre nubes blancas.
7 comentarios:
No sé preocupe,los padres conciliares lo dijeron porque sólo es una manera de hablar.Ay!San Jose María,cómo me gustaría poderlo escuchar en estos últimos años de cambios sociales tan radicales y cuanta piedad introdujo en la sociedad.No me quiero olvidar nunca de su legado.Ahora es muy importante para nosotros,gente corriente que sólo tenemos cosas sencillas que ofrecer,de una vida corriente,pero no tanto....jeje!
Uf, pues una noche de truenos en la Acebeda tiene que imponer...
Es una delicia volver a la casa de uno, pero dejar ese cielo de la foto me costaría un poco ... Claro que como la Virgen nos acompaña a todas partes la cosa será más fácil ¿no?
http://www.youtube.com/watch?v=hi6K9i0ONDg
O.
Bienvenido a casa Pater !!!!!! La foto de su Entrada espectacular... Que Maria Santisima, nuestra Madre del Cielo nos colme a todos de abundantes Gracias y Bendiciones... Buen Finde !!!!! para todos...
Parece que no ha llegado mi comentario. No pasa nada, hago moviola.
La Santísima Virgen le debía estar mirando con compasión al verle tan confundido en la meditación que le dedicaba. No le debió importar que se saliera del guión, y debió estar muy atenta a la media hora de sus sabias palabras.
Venero a la Virgen, es mi Madre, mi compañera, mi confidente, mi maestra, y más. No me cuesta hablarle en mis desalientos ni cuando le doy gracias por su intercesión. (Cualquier día se me aparece y me hace callar)
Gracias por sus letritas Padre y bienvenido a casa.
No veo gatos en la foto. ¿Hay gato encerrado?
(Claudiu no acertó, pero perdimos los del Madrid. ¿Se habrán cansado de ganar? ¡No quiero ni pensarlo!)
¿Has visto? como no es tan difícil hablar de la Virgen Madre de todos nosotros. Que cosas tiene!. Adiosle
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