viernes, 21 de septiembre de 2007

Sobre la “resignación de Occidente”


Los famosos tres monos que ni ven ni oyen ni hablan podrían
simbolizar el agnosticismo. El agnóstico, en efecto, renuncia a ver y a oír.
Claro que, en la mayoría de los casos, no se priva de hablar.

Ya empezamos. Llega a la capellanía una alumna de primero de bachillerato (la llamaremos Carmen por si acaso) y me dice que ha entrado en este blog, que le parece superbueno, pero que hay algunas cosas que no se entienden bien.

— ¿Por ejemplo?

—Lo de ayer, del Papa. Yo es que soy de Ciencias y no he estudiado filosofía, religión y esos rollos.

—Ya. ¿Y qué es lo que no entiendes?

Repasamos el texto del Santo Padre hasta la tercera línea:


Nuestra fe se opone decididamente a la resignación que considera al hombre incapaz de la verdad, como si ésta fuera demasiado grande para él. Según mi convicción, esta resignación ante la verdad es el origen de la crisis de occidente.


Hablamos del agnosticismo, que es moda intelectual en Occidente. Le explico que los agnósticos suponen que el hombre no está capacitado para conocer las grandes verdades. En consecuencia renuncian a saber algo sobre Dios y viven como si Él no existiese. Peligroso asunto, por cierto. Por el mismo precio, podrían tratar de vivir como si Dios fuese real, pero el hecho es que apuestan por un ateísmo práctico. Esa visión agnóstica de la vida acaba por “desmoralizar” al individuo y a la sociedad entera, ya que si Dios no existe, no es posible encontrar un fundamento sólido para definir el bien y el mal. De esto habla el Santo Padre.

A estas alturas de la charla ya han entrado en la capellanía la “mejor amiga” de Carmen y una profe que viene a saludarme.

Carmen dice que bueno, que vale. Pero ¿y la resignación?

La profe no me deja seguir. Las alumnas tienen clase y no pueden “perder el tiempo” con charlitas. La verdad es que habrían bastado cinco minutos para explicar que lo grave no es el agnosticismo, sino la resignación ante él; abdicar, por principio, de la dignidad de nuestra inteligencia, y suponer que estamos en este mundo sólo para “hacer” cosas y para ver “cómo funcionan”, sin entenderlas nunca del todo.

Pero hablaremos de todo eso, supongo, en la Catequesis para la Confirmación.



18 comentarios:

Juanan dijo...

Yo no creo que podamos aprehender en su totalidad las verdades grandes, sólo las verdades matemáticas y las triviales. Pero si que las podemos conocer con suficiente dignidad. La suficiente para lo que nos conviene, pero sin llegar a que nos deslumbre.

Creo que esta opinión ya la di antes...

Enrique Monasterio dijo...

Juanan: Tú, como yo, llegas a conocer la existencia de Dios con tu entendimiento, a través de las cosas creadas, como explica San Pablo. La inteligencia no existe solo para resolver sudokus: busca la verdad, y descubre a Dios. La fe (también lo dice San Pablo) es un "don razonable". Quiere esto decir que la inteligencia nos prepara para la fe, y la fe, a su vez, nos impulsa a conocer más, a reflexionar sobre el Misterio de Dios.
Tienes razón en una cosa: de Dios siempre sabremos poco, poquísimo. Si el misterio de Dios cupiera en una cabeza tan pequeña como la nuestra, Dios sería muy pequeño. Pero lo poco que sabemos es Verdad. Y Verdad con mayúscula.
Supongo que tendré que seguir escribiendo sobre este tema. Por hoy, basta.

El payaso triste dijo...

No, no deje de escribir! Siga!

Juanan dijo...

Jeje, una vez más, constato cuánto me queda por aprender. Es curioso, porque si no abriera la boca sin saber, ni siquera aprendería...

El Último dijo...

100% de acuerdo.

Esas frase cursis de "lo importante son las peguntas" o la duda te hace abierto de mente, etc. son horrorosas. El hombre tiene sed de verdad y quiere respuestas. Claro que esto es complejo y lleva toda una vida en camino pero hacia un destino que el la Verdad, Cristo.

Si puede le invito a vistar mi blog:

http://blog-elultimo.blogspot.com/2007/09/la-definicin-de-hombre-es-la-de-animal.html

o

http://blog-elultimo.blogspot.com/2007/04/resulta-que-al-gobierno-socialista-de.html

Saludos

Anónimo dijo...

Es posible tener certeza absoluta de la existencia de Dios? Por qué no abunda sobre esto y me recomienda algún libro asequible?

Enrique Monasterio dijo...

No, Mariazell, no es posible tener certeza absoluta de la existencia de Dios. Es preciso dar el salto de la fe...
Dios no es evidente.
Creo que seguiré escribiendo sobre este tema

El payaso triste dijo...

¿En serio Don Enrique? Siempre he pensado que podía llegar mediante la inteligencia a Dios (primer motor)... y que el salto de fe sólo lo necesitaba para afirmar que ese primer motor es el Dios de la Revelación... ¿no es así?
Escriba, por favor!

María dijo...

Joe esque si fuera evidente no nos quedaría otra que creer no? y Dios nos hizo libres... hasta para creer en él o no ¿no?

Escriba, escriba!

Enrique Monasterio dijo...

Así es, María. Y dejadlo por hoy.

patzarella dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
patzarella dijo...

¡Pues yo me siento un poco como esos tres monos: sin hablar, ni escuchar, ni ver nada!

Er Tato dijo...

Mi querido Enrique:

No sé cuántos agnósticos conoces, ni si todos los que conoces son como describes, que renuncian a ver y a oir, o que lo son por moda. Desde luego, yo sería incapaz de deducir causalidad alguna entre la forma en que una persona decida vivir su "espiritualidad" y su capacidad intelectual, de raciocinio o la dignidad de su inteligencia.

Además, me cuesta creer que pienses en serio que es imprescindible la existencia de Dios para "encontrar un fundamento sólido para definir el bien y el mal".

En fin, me gustas más cuando hablas de cuestiones humanas que cuando lo haces de cuestiones divinas. Aunque seguramente me dirás que las divinas son también humanas. Seguro que me has entendido. También me dirás, sin duda bienintencionadamente, que tu Dios es mi Dios. Debieras saber que no me molesta, que no apuesto por "el ateísmo práctico", que no niego la existencia de tu Dios ni de ningún otro. Precisamente mi agnosticimo no me permite negarla.

Saludos

P.D.: Ya sé que en tu blog lo que abundan son las flores, algunas de las cuales te he lanzado yo mismo, pero hoy no ha podido ser.

Enrique Monasterio dijo...

Al fin entraste, Tato. Te estaba esperando.
Conste que me he limitado a definir el agnosticismo. Es cierto que hay ateos que se llaman a sí mismo agnósticos, tal vez porque les suena mejor.Pero el agnosticismo como corriente filosófica (y como moda intelectual, por supuesto) simplemente desconfía de la capacidad de la inteligencia humana -no de la tuya ni de la mía- para conocer el ser profundo de la realidad. En consecuencia, calla sobre Dios.
Hay agnósticos que "apuestan" (según la expresión de Pascal) por vivir como si Dios no existiese. Otros "apuestan" por lo contrario y buscan caminos distintos a los de la razón para acceder a Él.
En todo caso, yo doy por cerrado este capítulo. En privado, si quieres seguimos charlando.

Marta Salazar dijo...

"Nuestra fe se opone decididamente a la resignación que considera al hombre incapaz de la verdad, como si ésta fuera demasiado grande para él. Según mi convicción, esta resignación ante la verdad es el origen de la crisis de occidente".

Esta es la prédica en Mariazell? sí?

Increíble como la tradujeron... si es que es ese el texto.

Un saludo!

Marta Salazar dijo...

oh, lo siento, lo dice en el siguiente artículo, quiero decir en el anterior...

Juan Antonio dijo...

Con todos mis respetos.
"El significado del tema de los tres monos es complejo y diverso; así como para la élite intelectual se encontraban relacionados con el mencionado código filosófico y moral santai, entre el pueblo el sentido era «rendirse» al sistema, un código de conducta que recomendaba la prudencia de no ver ni oír la injusticia, ni expresar la propia insatisfacción, sentido que perdura en la actualidad." Vamos como siempre, que el pueblo no piense por el mismo, que ya hay otros que lo hacen por el. Hay que decir amen a todo. Ese es el mensaje de todas las religiones, de todos los mandatarios y muchos políticos de derechas.Por eso se llevan tan bien la iglesia católica y la derecha. Un saludo.

Enrique Monasterio dijo...

En este post los monos son solo una foto simpática. No busques cinco pies al gato. Lo del conformismo de las religiones y la derecha..., me suena a tópico demasiado barato. El cristianismo ha ido siempre contracorriente. Ahora, también.