—Supongo —me dice Kloster— que habrás pensado ya cuál será tu última entrada en el blog.
—¿De qué hablas?
—Del cierre… No pretenderás que esto dure eternamente. Habrá que ir pensando en una fecha y en un bonito final para dar por terminada esta aventura en la blogosfera.
—Así que quieres un epitafio para el blog…
—Una muerte digna.
—¿Y supones que voy a practicar la eutanasia a esta criatura?
Kloster agita la cabeza.
—No saques las cosas de quicio. La verdad es que ya has escrito casi trescientas bobadas y no tienes edad ni salud para seguir a este ritmo. Va a ser mejor que lo dejes.
—Pues no, mi querido tocayo. Este blog no morirá mientras yo viva.
—¡Hala!
Terminada esta conversación, celebro la misa de comienzo de curso para los chicos y las chicas de 1º de bachillerato. Les digo que no se propongan metas pequeñas; que apunten muy alto, cuanto más alto mejor; que luchen por lograr objetivos imposibles; que no tengan miedo a soñar, con tal de que empiecen ya a poner patas a sus sueños; que no caigan en las trampas del hedonismo que sólo pretende anestesiarles el alma…
Luego viene a verme una niña de 17 años, una charlatana imparable que agita las manos como un molino de viento, y durante veinte minutos me dice cosas fantásticas. Asegura que está dispuesta a todo, a cualquier cosa; que ella es una aventurera nata, que tiene mogollón de proyectos y que está supersegura de que los sacará adelante.
Yo la escucho con atención, tratando de no poner cara de escéptico, mientras calculo la cantidad energía (en julios) que producen sus brazos al moverse.
Ella entonces me dice que necesita ayuda, y yo le contesto que puede contar conmigo. Se hace un silencio.
—Y cuando tú te mueras, ¿quién se ocupará de mí?
Prefiero no contaros mi respuesta.
16 comentarios:
¡Que alguien ate y amordace a Kloster!
Altea ¿organizamos una consipración? yo lo cojo por los pies, tu por las manos y lo echamos.
D. Enrique ni epitafios ni nada... que yo creo que nos viene bien a todos que nos recuerden algunas cosas... no?
Acabo de llegar de buscar a mis hijos en la parada, allí le doy el pésame por la muerte de su padre que fué ayer, é ha dicho hace dos días, el tiempo se le ha hecho largo. Su hija de 6 años pregunta ¿y por qué siempre se mueren los más majos? a su padre casi se le saltan las lágrimas, yo sin pensarlo le he dicho: porque Dios quiere que estén con El. No sé si le habrá gustado a la niña o si se "enfadará" con Dios. Yo tambiçen he pensado eso alguna vez, pero a lo mejor es que no nos fijamos en la muerte de los menos majos.
Ahora que nos hemos enganchado a su blog nos entraría el "mono" si hace caso a Kloster.Y creo que de dificil tratamiento...
Que Kloster se calle, o lo echaremos a la calle... (el juego de palabras no es mío)
Espero que no haga caso a Kloster y siga aquí por muuuuucho tiempo. Elena P.
Sí, Kloster ha dicho una burrada. Se ha pasao. Pero alguna vez lo pensé yo también: ¿y si nos vamos muriendo los blogueros del barrio? ¿Irán dejando los agonizantes una entrada y una clave en testamento a sus seres queridos para que entre lágrimas reproduzcan sus últimas palabras a la red? Huy, qué yuyu.
¡Pero bueno! ¿qué es esto?....Me uno a Altea,María,Rocío...a todos los blogeros
Caray, como os habéis puesto. Las ideas de Kloster no me afectan. A mi lo que me hunde es el comentario de la intrépida adolescente.
El blog seguirá mientras el cuerpo aguante y mis amigos estén al otro lado.
¡Ey! ¡Al principio me asuntó con la entrada! No se porque esa niña de 17 años me recuerda un poco a mi misma... También creo que tengo miles de sueños y proyectos y esa ayuda la necesito más que nunca ;-)
Y me uno a altea y maría. "¡Que alguien ate y amordace a Kloster!" jajaja
espero que siga escribiendo soy una lectora asidua y lo necesito todos los dias
A ver, si la niña es de primero, dentro de dos años está fuera del colegio. No creo que piense que de aquí a dos años usted se muere. Vamos, suena absurdo, con toda la vitalidad que usted demuestra. Será que piensa quedarse con usted después de acabar el colegio, y la universidad, y casarse y tener hijos, hasta terminar por agotarlo. Como los que estamos aquí.
Pues a mí lo que me interesa, más que la niña (que también), son sus diálogos con Kloster. Está creando todo un subgénero literario...
Kloster se ha enfadado mucho al leer que Rocío lo tilda de "subgénero"
es cierto que hay bastantes niñas que como esta parecen no tener nadie que se ocupe de ellas? o es el sentimiento por estar inmersas en la adolescencia?
¿Kloster? desde ahora habrá que llamarle deep "Klosed" . Pensar por libre es lo mejor que le puede pasar a alguien, porque ¿quien es libre sino aquel que permanece junto a Él?
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