Veo que Kloster sale a la calle con un enorme paraguas rojo y amarillo.
—¿Llueve?
—No. Precisamente cojo el paraguas para que no llueva.
—¿Y por qué ése? ¿Por patriotismo o porque vas a jugar al golf?
—Elemental, mi querido Watson; cuanto más grande sea el paraguas, menos posibilidades hay de que llueva.
—No sabía que eras tan supersticioso.
—No es superstición. Es estadística.
—¿Y no es superstición esa fe en las estadísticas?
—Puede ser. Pero te aconsejo que, por si acaso, hoy no laves el coche a pesar de que lo tienes muy marrano. Si lo lavas aumentan las posibilidades de lluvia en un 72 por ciento.
Está loco el bueno de Kloster. Lo dejo en la parada del autobús y compruebo que enciende un pitillo. Mi amigo no fuma, pero está persuadido de que, con un cigarro encendido, los autobuses aparecen instantáneamente para que los fumadores se vean obligados a tirarlos.
Cojo el coche. Debería pasar por el túnel de lavado, pero prefiero dejarlo para mejor ocasión.
11 comentarios:
Je! Eso del paraguas suelo decirlo yo también...
No estaría mal hacer un elenco de "supersticiones" de este tipo. Si alguien conoce algunas...
Totalmente cierto, todo cierto!
Lo del pitillo es cierto, os lo aseguro. Y aquí, en Valencia capital, ha diluviado justo los días que no he cogido paraguas (chopadita del todo he llegado, como recién salida de la piscina); sólo paró una tarde que sí lo cogí. Yo no soy supersticiosa, al contrario: si veo una escalera en la calle en la acera de enfrente, cruzo adrede para pasar por debajo y reirme de la cara de pánico que pone la gente a mi alrededor. Pero esas coincidencias existen, y me hacen gracia. Por mucho que hoy no lave el coche, D.Enrique, si a su vecina le da por limpiar los cristales de las ventanas, fijo que diluvia... jajaja.
Jejejeje es completamente cierto. Otra por el estilo: hace unos años, para ir a karate tenia que cruzar por la puerta de atrás de la urbanización, que necesita llave. Así que casi todos los dias que iba, le pedía la llave a mi madre. Cuando llevaba la llave, la puerta siempre estaba abierta por una circunstancia o por otra, pero cuando se me olvidaba en casa... ¡estaba cerrada y tenía que dar la vuelta o pedirle al portero que me abriera!
jajajaja alguna vez cuando alguien se ha encendido un cigarro en la parada y ha aparecido el bus he estado a punto de darle as gracias... pero siempre me gana la vergüenza!!
Yo hoy, como Kloster, he salido de casa con paraguas, deseando que no lloviera!!!
Pensé que lo de lavar el coche y llover acto seguido, sólo me pasaba a mí. Qué consuelo, ejem.
Si otra: cerrar las ventanas cuando sales de casa por si llueve, y cuando no las cierras siempre llueve ;(
No pedir nunca a Dios que te chinche un poco, porque cuando lo haces, te caes en charcos inmundos, se te van los autobuses y cierran las tiendas... ¡si lo sabré yo! A Dios sólo hay que pedirle cosas buenas y te las dará si te convienen, pero algo malo no se lo pidas nunca porque te conviene seguro...
Pero es que esto de las supersticiones es algo tan negativo... en el fondo sólo sirven para que uno esté continuamente pensando en que le va a pasar algo malo... "no pases por debajo de una escalera, tómate las uvas a final de año, que no se te caiga la sal, que no veas un gato negro"... ¡qué agobio! Prefiero ser una completa ingenua...
Los cenizos atraen la mala suerte (esto también es una superstición urbana). Pero está comprobado lo de la "profecía autocumplida". Si temo perder el autobús, tengo más posibilidades de perderlo. Por eso hay que tener espíritu positivo y de "ganador". El buen ánimo ayuda, sin duda. Está probado.
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