Mi amigo Jose Antonio, que es hombre sabio, aunque apasionado y vitalista, me dice, como riñéndome, que no es verdad; que mi "pensiero" de ayer por la tarde describe más al escéptico que al hombre "que vive de esperanza". El hombre esperanzado -concluye- debe ser siempre optimista.
Respondo: no estoy de acuerdo. El optimismo y el pesimismo se refieren a la epidermis de las cosas y de los acontecimientos. La esperanza se sitúa en un plano diferente. Yo sé que, al final, Dios nos aguarda a todos; sé que la vida de cada hombre tiene un sentido y la historia humana también, porque Él es Señor. Pero en esta aventura hay victorias y derrotas, renglones derechos y renglones torcidos con los que el hombre emborrona los planes del Creador. Hay ideologías que suben como la espuma y desaparecen sin dejar rastro; hay imperios que se forjan durante siglos y se desmoronan en un segundo. Sólo Cristo permanece y "amanece" cada mañana: Él es el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin.
Tener Esperanza es mirar un poco más lejos o más arriba, y sonreír incluso cuando se ve llegar la catástrofe y uno puede hacer poco por impedirlo. Hoy, por ejemplo, en este crepúsculo espiritual que vive Europa podríamos ver un signo de que anochece, incluso de muerte o, por el contrario, suponer que todo se arreglará porque el sol ya apunta por el horizonte.
Sea cual fuere el pronóstico, optimista o pesimista, no perderemos el rumbo ni el sentido sobrenatural de la vida.
¿Escéptico? Sí, con un escepticismo lleno de Esperanza.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
miércoles, 27 de agosto de 2008
Alba o tramonto (y III)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
12 comentarios:
Amanece, que no es poco.
Anochece, que tampoco es poco.
Don Enrique! Hoy es Santa Mónica. Mañana, San Agustín... ¿No le inspira para contar algo?
Uno de mis ahijados -el mas reciente, el mas lejano, el mas esperado....- nacio esta mañana hace 3 años. Mola.
Encomiendelo, para que sea un "tio grande"!
Gracias y salu2
esta entrada me ha liberado de ese continuo no saber si apuntarme al pesimismo o al optimismo....Todo un respiro. Un abrazo desde el 5º-B
¿Qué pretendes, Loreto, que me pase el día escribiendo para el blog? Por hoy, basta.
Rezaremos por tu ahijado
En el Caballero Negro (Batman II) dicen "la noche es más oscura justo antes de amanecer".
La peli es un tanto violenta. Mejor dicho, muy violenta, pero me gustó mucho...
Saludos en Miércoles a dos días del viernes.
Bueno, bueno... Pero ¿mañana? La historia de Mónica y su hijo merece una mención.
Y millones de gracias por encomendar al chico. Se lo diré a sus padres, que se alegrarán mucho.
Ya sabe, Ud. tiene mucho que ver con ellos ¡Ud. celebró aquella boda!
Lo siento, don Enrique, pero nunca me ha gustado la palabra "escéptico" porque me sugiere demasiadas connotaciones negativas.
En cuanto al crepúsculo (una palabra preciosa) del que habla, me encanta cómo lo define Tolkien en El Señor De Los Anillos: "la hora fría que precede al alba". Mucho más esperanzador, ¿no cree?
Mi novia y yo hemos cortado, pero sigo enamorado de ella. Duele muchisimo, pero spongo que es lo mejor. Podria hablarnos un poquito del desamor, y del amor humano? gracias!
Felicidades por el blog. Me ha gustado la entrada, y el toque optimista y esperanzador. Es cierto que, haciendo énfasis en eso, salen las cosas de otra manera.
Un saludo cordial.
www.lineacalasanz.es
¡Muy buen retoque! Ahora le veo un nuevo sentido a aquello de: "La esperanza muere al último".
Saludos
Qué foto tan bonita! Desde arriba uno quiere más a su tierra....
Pero después del atardecer viene una preciosa luna rodeada de estrellas... No lo veo tan mal. De hecho lo veo bastante bien. Y después, volverá amanecer de nuevo.
Publicar un comentario