sábado, 23 de agosto de 2008

La Mujer Muerta

Es evidente que la foto no fue tomada en verano


Molinoviejo está en la ladera norte de la Sierra de Guadarrama. Aquí nace el sol entre los montes y se desangra al atardecer en la llanura.

Si miro hacia Segovia, veo el Palacio de Riofrío, La Granja y la semiplanicie de Castilla la Vieja. Hacia el sur y el sudeste están las montañas. La más cercana tiene un perfil inconfundible; la llaman "La mujer muerta" porque a los españoles se nos dan los nombre rotundos y un poco amargos: "Despeñasperros", "el Salto del Fraile"... Si estuviésemos en Francia la llamarían "la dama dormida".

En fin, he aquí el poema que le dedicó José García Nieto.


Dama oscura, tendida y fría; oferta
de eternidad, ¡oh virgen intocada!;
muerta entre tanta sombra enamorada,
sobre tantos caminos de amor muerta.

Casa de la imposible y alta puerta,
vientre bajo la nieve sosegada;
el sol contra tu pecho se hace espada
y busca el corazón y nunca acierta.

Y nunca altera tu quietud, venablo
que acoge en arco breve la rodilla
o quiebra en mil estrellas la cabeza.

Es de tu soledad de la que hablo,
barrera donde acaba una Castilla,
y otra Castilla interminable empieza.

2 comentarios:

Bernardo dijo...

Buenas tardes

Don Enrique, creo que usted y yo ayer vimos el mismo atardecer. ¡Qué rojo más rojo! Y se lo dice un daltónico.

patzarella dijo...

Envidio los corazones capaces de componer poesía así... Por cierto que en México tenemos dos volcanes juntos, uno es la mujer dormida o Ixtazihuatl...