Reproduzco un bellísimo y peculiar soneto de Pedro Antonio Urbina
El poeta prepara su equipaje para el Cielo y hace recuento de lo que no quiere olvidar. Le gustaría guardar en la maleta toda la belleza de este mundo y también el amor de sus amigos. Ojalá nos encontremos todos con él.
Estos brillos de anuncios y de luces,
estos pasos fugaces de los coches
elijo:
que empiezo ya a ordenar todas mis cosas,
las que quiero tener allí en tu casa.
Y elijo el agua con las hierbas verdes,
las mañanas de mayo con sus flores,
los montes lejos y el azul muy alto,
el aire,
la música que suena entre los chopos;
aquella tarde en que reímos tanto,
las baldosas de casa de la abuela,
ésas que eran un mar entre los muebles,
y te veía.
¡Y elijo todo!, porque no me acuerdo
y temo
dejar algo en el olvido;
y a mis amigos llévalos a casa
contigo.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
viernes, 1 de agosto de 2008
En la muerte de Pedro Antonio Urbina
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1 comentario:
Impresionante. Me encantaría morirme así.
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