martes, 5 de agosto de 2008

El "Trium Puerorum"



Cuenta el Libro de Daniel en el capítulo III que Nabucodonosor, rey de Babilonia, mandó fabricar una estatua de oro de 60 codos de altura para que la adoraran todos sus súbditos, pero hubo al menos tres que se negaron: Eran Sadrac, Mesac y Abdénago, un trio de jóvenes judíos poco razonables.

Nabucodonosor, que tenía muy mal carácter, los metió en un horno encendido y mandó que lo pusieran a plena potencia. Los tres muchachos entraron llenos de confianza en el Dios de Israel y nada les ocurrió. Es más, dentro del horno entonaron un precioso himno que la Iglesia aconseja rezar después de la Santa Misa. Es el "Trium Puerorum".

El Trium Puerorum es un canto de alabanza a Dios. La naturaleza entera se une a ese canto: el sol, las estrellas, los rayos, las nubes, los mares, los océanos... Leedlo aquí, es realmente grandioso.

Esta mañana, mientras lo rezaba en voz alta en un oratorio/horno, me unía de todo corazón al frío, las heladas, los témpanos los hielos, los rocíos, las escarchas y las nieves, a las que expresamente se alude. Del calor se habla mucho menos. Y es lógico: a ver quién se acuerda de bendecir al calor en tales circunstancias.

En Madrid estamos todos en un horno semejante. Dicen que es una ola de calor africano. Calumnias. Ésta viene de Babilonia. Es Nabucodonosor que vuelve al ataque. Resistiremos.

Hoy es la Virgen de la Nieves. ¡Gran advocación! A ver si tengo tiempo esta tarde y escribo algo.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchísimas Gracias por el post.

Reza por los católicos y por la evangelización en Asia, espcialmente en Taipei donde vivo.