Los pájaros han huido. Esto es La Losa, a dos kilómetros de Molinoviejo
Acaba de llegar la tormenta. Los augures de la cosa meteorológica no la habían anunciado. Es más, dijeron que tal vez mañana por la noche habría un "riesgo débil de precipitaciones tormentosas", pero hoy no, por Dios, cómo se te ocurre pensarlo.
¿Por qué hablan de "riesgo" y no dicen "esperanza"? La tormenta es un regalo del Cielo que nos devuelve a la vida después de unas horas de sopor.
Esta mañana en Segovia los pájaros iban con pamela para protegerse del sol y yo me arrastraba por el asfalto en busca de un súper. Pero ni en Eroski había aire acondicionado.
―Es que aquí no suele hacer falta ―me aseguró la cajera―. ¿Le pongo bolsa?
Luego he visto a un podólogo llamado Eduardo que tiene una pequeña clínica en la calle del Clavel. Él sí que tiene aire.
―Yo es que soy segoviano y me gusta más el frío. Mañana cierro y me voy de vacaciones.
―A Estocolmo.
―No, a Almería.
―O sea, a tomar la fresca.
De regreso en Molinoviejo, compruebo que las pocas golondrinas que han llegado se están poniendo el chubasquero untándose las plumas con el aceite que mana su glándula uropigeal.
―¿Creéis en serio que va a llover?
A las 3 y cuarto suenan con estrépito los timbales de la orquesta sinfónica del Cielo y el aire se llena del aroma del ozono.
Llueve a mares. Trataré de contener las ganas de salir al jardín para empaparme. Ya lo decían los chicos del horno ardiente: "benedícite fulgura et nubes Domino". Rayos y nubes, bendecid al Señor.
4 comentarios:
¡Tormenta, qué suerte! Por aquí, en la capital, nos estamos cociendo en nuestro propio jugo (muy sano eso, así no añades grasa extra). Estamos quedando ¡rico, rico!
Disfrute mucho. Un saludo.
47 grados tengo en mi terraza,ni por asomo hay tormenta,dentro de un rato tengo que salir a la calle,el aire quema tanto como si fuera un secador encendido,no sabe como me voy a acordar de san Lorenzo.
Cuatro días con el aparato del aire roto en el trabajo. He quemado calorías sin moverme.
Me recuerdan las primeras palabras a una cosa que pienso: "en invierno, el buen tiempo es que haga frío y en verano que haga calor". Si no llueve cuando toca, nieva cuando toca o hace calor cuando toca, vamos apañados.
De paso, las criaturas de Dios, ¿teóricamente inferiores al ser humano?, pueden acertar el tiempo mejor que algunos que cuentan con los mejores aparatos. Aprendamos de los pajarillos.
yo no pude resiistirme y sali a mojarme, ná fueron 4 gotas. Ahora acabamos de hacer el pedido de comestibles de la semana, despues veremos un resumen de los juegos desde la terraza y a la cama. ¡Feelices sueños! Adiosle
Publicar un comentario