martes, 30 de octubre de 2012

Paisajes pequeños y grandes


Hace años que no venía a Canarias. Ahora, encerrado en la habitación del sacerdote, con un pequeño despacho y un patio con vistas a las estrellas y al “Pasaje del Párroco Báez, apenas hay nada que retratar.
Sé que no he venido a esta isla para contemplar la naturaleza, ni siquiera para echar una ojeada a la avifauna local. En un curso de retiro, el predicador procura siempre ayudar a descubrir horizontes nuevos, grandes paisajes del alma que, aquí en la tierra, no es posible fotografiar.
A ver si mañana o pasado salgo a dar un paseo y me lanzo a la búsqueda del pinzón del Teide, pájaro azul, endémico de las dos islas más grandes del Archipiélago, que, de momento, sólo se ha puesto una vez delante de mis prismáticos.
 

3 comentarios:

elsillóndepapá dijo...

Pues a ver si tienes suerte, aprovechando el retiro y además si oggras ver los pinzones y les sacas unas fotillos. Recuerda que una de estas especies de pinzones, las de las galápagos, fué el motivo de la teoría de la evolución. Un abrazo.

Vila dijo...

Pues efectivamente su cubículo no tiene pinta de ser mínimamente amplio, no señor.

Le deseo que pueda hacer esa "escapada" aunque sea solo para estirar las piernas...

Loyola Pinto dijo...

Esa "tierra" negra del jardín se llama picón
¡qué recuerdos esas fotos de Airaga!
Yo vi crecer esos árboles. Un abrazo D. Enrique. Y cuando vuelva a Canarias avise para que le lleven a ver pájaros a mi casa!