Me
dice Kloster que todas “mis historias” se quedan a la mitad.
―Es
que no las redondeas nunca.
―Tienes
razón, amigo; no las redondeo ni les saco punta precisamente porque son
historias reales y no cuentos o parábolas. La vida nunca termina del todo.
Álvaro dentro de un par de años habrá cambiado mucho más que tú o yo en una
década. Seguramente estudiará Biología, que es lo que le gusta ahora, o a lo
mejor no. Tal vez para entonces haya perdido el miedo a volar (en su caso es
miedo al fracaso). Pero ni aun así la historia será redonda; habrá nuevos
problemas, nuevos temores y esperanzas.
Yo
sólo espero que me deje acompañarle como amigo
3 comentarios:
Lo de acompañar como amigo a usted se le da muy bien, si el chico es tan inteligente como dice, seguro que no le dejará marchar. Yo al menos asi lo haría.
caray, me tomo un descanso de una semanita y me encuentro el globo repleto de muy buen material. Casi que no voy a tener tiempo para asimilarlo todo.
jeje, creo que está recuperando el tiempo para terminar el año con buena nota en el globo, tan buena como la del año pasado ( no tengo remedio... Ya me conoce)
Acompáñele... no sea que no aprenda a soportar el cansancio...!!
Pediré que continúen siendo amigos. Es fundamental tener un Monasterix cerca, a todas las edades pero en la de Alvaro, más. Cuántos Alvaros no tienen siquiera esa oportunidad...
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