Hoy
Europa, en vez de recortarnos algo, nos regala una hora. No sé si a las cuatro
serán las tres o a las tres serán las dos. Tampoco me voy a molestar en
investigarlo. Lo que importa es que dormiremos un poco más y yo rezaré el
Ángelus a la una. Como el lunes el gobierno canario me regalará otra hora,
mejor que mejor. El Ángelus será a las dos y el "mojo picón" a las cuatro y
media.
Ni
se os ocurra quedar con alguien a las dos de la madrugada. Las campanadas de
las tres sonarán dos veces esta noche, y si llegáis a la cita a las dos y media
no quedará claro si os habéis retrasado media hora o todo lo contrario.
Preveo
conflictos familiares esta noche.
Vanessita
Rodríguez, por ejemplo, sabe muy bien que los sábados puede salir hasta las dos
de la mañana y ni un minuto más.
―Entonces
―pregunta la interfecta― si vengo a las tres en realidad vengo a las dos, ¿verdad papá?
No cedáis, padres: si lo hicierais habríais empezado a perder la guerra.
2 comentarios:
Hola, estoy seguro que la niña ya ni preguntará. El cambio de horario sirve para tener un par de días la excusa para llegar arde.."Vaya se me olvidó camiar la hora y...". El prolema es cuando lo utilizas después de una semana. Parece que una horas más para dormir... o es menos, bueno no lo sé. Un abrazo
Buenos días,me he levantado una hora antes,Anoche presencié una discusión familiar,Irene tenía que llegar a las 12 y decía que eran las 11 y su madre,que no,al final quedaron en que llegaría a las 12 y media,no llegó la sangre al río.
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