martes, 11 de septiembre de 2007

11 de septiembre

Nunca me han gustado los rascacielos, pero prefiero recordarlos así


Me decía una chica hace meses que los viejos nos pasamos la vida celebrando aniversarios. No es verdad: los aniversarios no siempre se celebran. A veces se lloran.

Sí que es cierto que, a medida que pasan los años, las fechas del calendario se van llenando de vidas y de muertes. Cada día es una percha de la que cuelgan viejas historias, harapos de memoria, que se desvanecen poco a poco.

El 11 de septiembre nos habla de odio, de muerte, de rabia… Y también de heroísmo y de perdón.

Yo le pido hoy al Señor que nos enseñe a perdonar y a aprender de la experiencia, pero también a recuperar la singular amnesia de los niños y de los santos, que estrenan cada día un tiempo limpio, sin rencores ni prejuicios.

En el Via Crucis de San Josemaría se lee:

Hay que unir, hay que comprender, hay que disculpar.

No levantes jamás una cruz sólo para recordar que unos han matado a otros. Sería el estandarte del diablo.

La Cruz de Cristo es callar, perdonar y rezar por unos y por otros, para que todos alcancen la paz.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bonito lo que dice San José María!! Nos lo tendríamos que grabar a fuego para no olvidarlo nunca.

Juanan dijo...

Qué bonito, es verdad. Estar siempre abiertos a perdonar, olvidando el daño y la ofensa... sólo así hay esperanza.

Anónimo dijo...

Aprovechando que mi madre está ocupada, y que parece que mi hermano Iker hoy no escribe nada, me animo yo. Quería recoradarte un aniversario más dulce, de los buenos, vamos: hoy es el cumple de mi padrino, también conocido por Iker como "el tío barbas". Por si acaso se te ha pasado... ups!! Que viene ama!!!