miércoles, 5 de noviembre de 2008

Antiguos alumnos de Gaztelueta

Yo soy el más alto, por supuesto


Esta tarde nos hemos encontrado de nuevo en Madrid para celebrar la Eucaristía en sufragio por los alumnos y profesores fallecidos en estos 57 años de vida de Gaztelueta, el primer colegio del Opus Dei en el mundo.

Concelebrábamos dos sacerdotes: don José Escudero y yo, que por ser el más viejo, presidí la ceremonia.

Desde lo alto del presbiterio fui reconociendo con cierta dificultad a un buen grupo de viejos amigos: dos antiguos directores, Alejandro Cantero y Antonio Prieto, y muchas viejas glorias de las primeras promociones.

Pocas veces hablo con el corazón, sin papeles y sin esquema previo. Hoy lo he hecho; me sentía incapaz de elaborar algo formal y medio solemne. La homilía -más larga de lo previsto- se ha parecido más bien a una tertulia llena de recuerdos junto al Sagrario. La Comunión de los Santos es eso: una tertulia de familia en el corazón de Dios.

Los que ya murieron estaban más cerca que nunca.

Al terminar, en la puerta de la iglesia corría un viento frío; pero costaba marcharse.


10 comentarios:

Historias del Metro dijo...

Hace poco yo también me he enterado de unas reuniones de antiguas alumnas en mi colegio de toda la vida, La Asunción, de Gijón.
Cuando he insinuado en mi pandilla la posibilidad de acudir me han mirado como si fuera un bicho raro. Dicen que ellas no quieren que sepan qué ha sido de su vida, que no tienen curiosidad por las demás...
Creo que existe cierto temor a sentirse comparadas. Un temor que yo no pienso juzgar, porque lo puedo entender...
Yo no creo que haya llegado muy lejos en la vida, ni que tenga la mejor carrera profesional, puede que, incluso, se me mire "un poco raro" si aparezco con "hija"... Pero no sé, a mí me parecen muy entrañables estas reuniones... Y me encanta que se organicen.

Nuevepornueve dijo...

Me encantan esas reuniones. Este Junio nos vimos ¡primera vez en 25 años! casi la mitad de las de mi promoción de EGB. A algunas, evidentemente, las tenía vistas y localizadas-las amigas del cole, con las que has estado desde los 7 a los 14 años son especiales- pero a muchas otras no las había vuelto a ver desde que nos separamos para hacer BUP. Fue IMPRESIONANTE. Nos reímos muchísimo, recordamos mil cosas y nos pusimos al día de la vida de cada una. Todo tipo de trayectorias -algunas predecibles, otras nada- y allí estábamos...¡¡¡como si nos hubiéramos visto antes de ayer!!! Fue tan "especial" que acabamos a las 4 de la mañana y hemos organizado otra para Diciembre, tratando de localizar a todas las que están "missing".

D. Enrique: qué foto tan buena!

Anónimo dijo...

Un gran equipo! Ha visto trozos de vidas?

Anónimo dijo...

De verdad, ¿no se había subido a ningún escalón?

Enrique Monasterio dijo...

¿Escalón? Me ofendes, Iabel

Anónimo dijo...

¿no será "bajófobo"?

Historias del Metro dijo...

por cierto!!!! Sabía d. Enrique, que en Eresma me encontré con una niña que vino al campamento conmigo cuando éramos pequeñas? No le digo el nombre aquí, ya se lo diré... Pero no nos veíamos desde que yo tenía... 12 años y ella 13!!!!!! Y nos reconocimos!!!!!!!!!!

Nuestra Señora de Europa dijo...

Lo más bonito de todo es reunirse alrededor del sagrario.
Y contar batallitas como si hubieran pasado ayer, pero sobre todo alrededor del Señor.
En cierto modo la envidia, sana pero envidia al fin y al cabo, nos corroe

Anónimo dijo...

¿Qué pasa?- Perdone mi curiosidad- ¿Por qué se celebra en Madrid ? ¿Hay más antigüos alumnos en Madrid que en Vizcaya?

Enrique Monasterio dijo...

Por supuesto que no, Nico. En Vizcaya hay más; pero en Madrid hay 400 antiguos alumnos y hemos constituido una delegación autónoma para estos eventos.