jueves, 5 de marzo de 2009

Adoro te devote (VI)

In Cruce latébat sola déitas, at hic latet simul et humánitas. "En la Cruz sólo se escondía la divinidad; aquí se oculta también su humanidad."


Dios en la Cruz es un delincuente entre delincuentes. Dios se esconde en una escupidera, entre úlceras, moratones, edemas, fracturas... La piel de Jesús esta bañada en sangre desde la cabeza a los pies. Esa mirada perdida en el vacío es la mirada de Dios.

—Si eres el Hijo de Dios, baja de la Cruz…

—¿Lo ves? Si fuera quien dice ser, si fuese inocente, bajaría. Algo habrá hecho para merecer ese castigo.

—¿Se puede caer más bajo, Señor?

El Señor me responde que sí, que es posible humillarse más, porque frente a la cruz se blasfema o se llora, se insulta o se reza; o se permanece en pie, como María, uniéndose al Sacrificio redentor; pero nadie se queda impasible. Sin embargo aquí, junto al Sagrario abierto, he visto gestos de indiferencia, bostezos de sueño o de hastío. Yo mismo me he dormido algunas veces.

—Estoy aquí —dice Dios desde ese pequeño copón—. No tengas miedo. Puedes mirarme. No te asustaré con el espectáculo sangrante de mis heridas. Tú te quejas porque nadie te hace caso, porque te llevan de un lado a otro, te tratan como si fueses una cosa, un objeto inanimado, un mueble invisible del salón. Eso soy yo: menos que un animalito. La mirada de un perro aun puede conmover; pero yo…

Puedes bostezar si quieres. Tampoco necesito que hagas la genuflexión. Tienes un poco de artritis, ya lo sé. Sería pediré demasiado. Además no te ve nadie. Castígame, si quieres, con tu apatía. Pero no te olvides que estoy aquí, junto a esa lámpara de aceite, que es la luz más brillante y eficaz del universo. ¡Si supieras cuánto agradezco tu compañía!

“Humildad de Jesús: en Belén, en Nazaret, en el Calvario... —Pero más humillación y más anonadamiento en la Hostia Santísima: más que en el establo, y que en Nazaret y que en la Cruz.” (Camino 533).

13 comentarios:

Anónimo dijo...

D. Enrique, gracias por estas palabras que confortan y consuelan! Pido a Jesús, a Santísima Virgen y a San José que me enseñen y ayuden a comprender y penetrar en este misterio de amor. ¡Gracias de verdad!

Isa dijo...

Muchísimas gracias por su reflexión, me ha ayudado mucho.
El amor de Dios hacia nosotros es inmenso, hasta el extremo de quedarse en el Sagrario sabiendo que muchos iban a ignorarlo o, incluso, a tratarlo mal.
Ahora pienso y pido perdón a Dios por esos momentos en que no Lo he cuidado lo suficiente, en que me he dormido, en que no Le he prestado atención cuando intentaba hablarme...
Perdón y gracias por estar ahí y perdonarme siempre por mis faltas de cariño.

Lucía dijo...

Esta entrada es para meditarla más despacio.Muchas gracias.La voy a imprimir

Anónimo dijo...

Impresionante pero cierto. Suerte que la Cuaresma nos invita a la conversión y que Dios perdona y OLVIDA!

Anónimo dijo...

Yo, como Boo, necesito más tiempo.¡Menos mal que hay jueves todas las semanas!Gracias

Anónimo dijo...

También yo le copio una cita de Camino (el punto 432):


"Considera lo más hermoso y grande de la tierra..., lo que place al entendimiento y a las otras potencias..., y lo que es recreo de la carne y de los sentidos...

Y el mundo, y los otros mundos, que brillan en la noche: el Universo entero. —Y eso, junto con todas las locuras del corazón satisfechas..., nada vale, es nada y menos que nada, al lado de ¡este Dios mío! —¡tuyo!— tesoro infinito, margarita preciosísima, humillado, hecho esclavo, anonadado con forma de siervo en el portal donde quiso nacer, en el taller de José, en la Pasión y en la muerte ignominiosa... y en la locura de Amor de la Sagrada Eucaristía".

Anónimo dijo...

Yo ya la he imprimido. Te pone los pelos de punta ver tanto amor desinteresado. Ayúdame, Señor, a ser un poco parecido a Ti, a no ser tan egoista, a dedicarte un poco más de tiempo ya que Tu me dedicas TODO como un Padre bueno.
Gracias D. Enrique.

Anónimo dijo...

Gracias D.Enrique,impresionante!!!!

Anónimo dijo...

Ante el misterio de la Cruz, ante la grandeza del misterio de la Cruz, ¿qué se puede decir? Sólo se puede… enmudecer de asombro, de gratitud. Y pedir, pedirle al Señor que no nos dejemos vencer por nuestras miserias, por nuestros desprecios hacia Él, desprecios que no son muestra sino de nuestra ignorancia y nuestra pequeñez; pedirle que nos ayude a volver a empezar, a aprender de nuestros errores, y sobre todo, pedirle que nos ayude a amar, a amarle a Él, a las personas que nos rodean y e incluso a nosotros mismos, pues sin amarnos a nosotros mismos difícilmente amaremos a los demás.
Muchas gracias por la reflexión.

Sinretorno dijo...

Muy bueno, escríbalo para todos los fieles, de verdad, en un librito, para hacer oración ante Jesús sacramentado.

Anónimo dijo...

D.Enrique, que significa "aquí se oculta también la humanidad"?
Dónde es "aquí"? Porque está escondida la humanidad allí?

Mil gracias por todo.

Enrique Monasterio dijo...

Aquí, en la Eucaristía...

Anónimo dijo...

D. Enrique, pero porque la humanidad está escondida en la eucaristia?

Mil gracias por todo.:)