Hoy quiero recomendar un libro de memorias: “Olor a yerba seca”, de Alejandro Llano (*)
Su autor, profesor de Filosofía en la Universidad de Navarra, luce un curriculum espectacular como docente y escritor, que se detalla en la solapa del libro. Y esto es lo malo: uno, al leer semejante elenco de títulos académicos, publicaciones, cargos y distinciones, supone que las “memorias” de un catedrático tan insigne serán una especie de autobiografía intelectual pesadísima, un relato cronológico de su pensamiento filosófico sólo apto para iniciados.
Nada más lejos de la realidad. Alejandro Llano, a lo largo de las 527 páginas de este volumen, se revela como un excelente narrador, como un contador de historias con instinto literario, chispa juvenil, sentido del humor y una memoria envidiable.
Además, Llano no tiene edad para dedicarse a hacer balances demasiado solemnes de su vida. Y esto es lo bueno: los viejos, al contar sus recuerdos, tienden a ponerse graves, sentenciosos y cargantes, cuando no caen en la tentación de ajustar cuentas con los agravios del pasado. Este “olor a yerba seca” es otra cosa; es un aroma que nos traslada a Asturias, a la playa de Ribadesella; y aún más lejos, a los puros Partagás, a la Cuba de los años 50, a México… Y los paisajes, las costumbres y los personajes de la infancia y la adolescencia de Alejandro cobran vida como en la mejor de las novelas.
Luego, sí, Llano llega a la Universidad y algo cuenta de su itinerario filosófico; pero ya nos ha embarcado en la aventura y es imposible dejarla.
(*) Ediciones Encuentro, Madrid 2008.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
jueves, 19 de marzo de 2009
El aroma de la memoria
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8 comentarios:
Coincido con su opinión sobre este libro. Me enganchó como hacía años que no lo conseguían otros libros. Fui alumno de este profesor fuera de serie y no es peloteo a posteriori, pues me suspendió en una de sus asignaturas. Es además una crónica espectacular de primera mano sobre la España del último medio siglo. Creo que volveré a leerlo pronto. Fdo.: un ente.
Muchas gracias por recomendárnoslo, me lo apuntaré en la lista de mis libros pendientes...
A mí también me ha encantado.Es verdad que engancha.
Tiene buena pinta. Lo anoto en la lista porque la riqueza de una vida segurísimo que inunda la nuestra. Hace tiempo leí, creo que la cita es de Peguy, que "en esta vidan nada nos acerca más a Dios que la amistad de los amigos de Dios". Y muchas gracias por la recomendación.
Leí hace un par de meses el libro,y me gustó. La primera parte, donde cuenta recuerdos de su infancia, es totalmente prescindible. Quiero decir, que al público en general no le aportará mucho. Pero todo el tema de su periplo universitario me enganchó, porque a pesar de haber hecho la misma carrera más de 30 años después que el autor, la historia se repite. Veo que lo único que ha cambiado en los estudiantes y profesores de letras, es la pasividad de los primeros a la hora de reivindicar algo que valga la pena.
Desde luego, aconsejo el libro a todos aquellos que disfruten con la filosofía, porque con este libro, lo harán.
Lo que más me ha emocionado del libro, que es de "memorias", es su primera parte, pues toca los temas inmortales de la adolescencia, incluida la vocación, con gran clase y profundidad. Títulos como "La vida nueva de Pedrito de Andía", "Regreso a Brideshead", "Vigo es Vivaldi" o "La vida sale al encuentro" me venían al recuerdo cuando leía sus primeros capitulos. Y es que nos vamos haciendo mayores... y no cambiamos... Fdo.: Evelyn Waugh.
Sabe usted si es hermano de Carlos Llano, uno de los fundadores del Ipade? El de la foto pareciera Carlos. Tengo la idea de que en el colegio de mi hija les han dado a leer algo sobre el matrimonio de un autor -que por cierto es Obispo-Llano que vive en Brasil. De ser hermanos los tres, me pareceria que lo de la habilidad para comunicarse les viene por genetica.
Saludos afectuosos
En efecto, Marite: Carlos es hermano de Alejandro. Y también Rafael Llano, obispo en Brasil.
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