martes, 17 de marzo de 2009

El primero de la mañana


La mañana ha resultado fructífera en el colegio. La verdad es que apenas me he movido del despacho, pero no ha hecho falta: hoy había cola para charlar.

El primero —llamémoslo Carlos— aparece a las nueve y media “para una cosa superimportante”. Está nervioso como una pila:

—No se ría, ¿eh?

—¿Y por qué iba a reírme?

—Es que quiero que me ayude a una cosa…; pero no se ría.

—Vale. Te prometo que no me río…

—¿Usted sabe si María…?

—¿María? Tenemos unas cuantas…

Aclarada la identidad de la chica, Carlos, que se me ha sentado enfrente, agarra un boli y juguetea sin decidirse a completar la frase.

—¿Usted la conoce, verdad?

—Sí, claro.

—¿Y… le ha hablado de mí alguna vez?

—Perdona, tú te llamas…

—Carlos.

—Ah, ya. ¿Tu eres ese Carlos que tiene dos hermanas, vive cerca de Atocha, te gusta el rugby y la pizza y te han cateado en dos …? (*)

A Carlos se le ilumina la cara de emoción. Por primera vez me mira a los ojos.

—Síiiii

—Pues no, no recuerdo que me haya dicho nada.

—Entonces como sabe…

Carlos se echa a reír, y por poco me mata. La conversación continúa durante diez minutos más, y el chaval sale la mar de contento.

Ya es primavera y no sólo en el Corte Inglés.

(*) Ni que decir tiene que María tampoco se llama así y los detalles que doy sobre Carlos no coinciden nada con los reales.


12 comentarios:

Anónimo dijo...

La primavera llego tambien a mi casa!!!
Que maravilloso es el amor en la adolescencia cuando hay 2 chicas mayores en casa y solo una linea telefonica que tienen que compartir con un "gorrion enamorado" de 13 años, menos mal que la pequeña juega todavia a las muñecas.
GRACIAS

Adaldrida dijo...

me ha encantado la entrada, la necesitaba.

La Dama Zahorí dijo...

Una entrada muy tierna, yo también me enamoré muy joven... sin imaginarme, o tal vez sí, que mi relación acabaría en boda. Le deseo todo lo mejor a estos chicos.

Anónimo dijo...

¡Ahhh, la vida, la vida! Dirán de los adolescentes lo que quieran, pero es una edad maravillosa.

Isa dijo...

jeje, ya me imagino la situación...qué difícil es la adolescencia y más en primavera...
¡mamma mía!

Sinretorno dijo...

Además de todo, casamentero, qué tío.

Enrique Monasterio dijo...

¿Casamentero yo? No. Lo único importante ahora es que el chaval apruebe. Había que quitarle un peso de encima. Una primavera romántica es un peligro gravísimo.

lolo dijo...

Pues no se ría, lo es. Un peligro.
En este tema romántico, nuestros hijos se colocan a una distancia comprensible pero difícil. Y no tienen una cola tan a mano, ni un Don Enrique que pueda hacer una broma...nosotros, sus padres, estamos bastante más atacados y nos cuesta pensar por libre. Un peligro. Enamorarse a los 13 será muy bonito, pero ¡cómo se sufre desde este lado de la primavera!

Anónimo dijo...

Ay, madre, lo que nos espera con los adolescentes!!!!!

Anónimo dijo...

La sensibilidad a flor de piel. Y luego dicen que el amor es ciego y sordo cuando tiene unos ojos muy fino y oye la mar de bien. Y si no que se lo pregunten a Carlos.

Anónimo dijo...

ja,ja,ja,ja...

Ese es un tipo listo!!!

Anónimo dijo...

Mucha suerte, Carlos, y gracias, D. Enrique.