—José María, creo que lo estamos haciendo bastante bien.
Era la hora de “cerrar el quiosco”. José María y yo, los dos capellanes del centro, nos habíamos pasado la mañana confesando sin parar a chicos y chicas de 16 y 17 años. Los actos penitenciales de preparación para la Semana Santa comenzaron pronto y yo aún estaba sorprendido por la respuesta masiva y generosa de los chavales.
Se me escapó entonces ese comentario un tanto presuntuoso y estúpido. Luego, ya en el coche, de vuelta a casa, traté de reconducir las cosas dando gracias a Dios.
El domingo también había sido un gran día. A las seis de la tarde recibieron el Sacramento de la Confirmación los primeros 45 de este año. Ellos, con la corbata anudada al cuello como una soga y más repeinados y afeitados que de costumbre, parecían un tanto incómodos y nerviosos. Ellas, repintadas como sus madres y con vestidos de fiesta, estaban irreconocibles y guapísimas. La iglesia pronto estuvo abarrotada de gente. Y también me metí en el confesonario para atender a padres, padrinos, chicos, chicas…
Mañana, miércoles, tendremos de nuevo actos penitenciales y otro maratón de confesiones. Procuraré no creérmelo demasiado.
Dios siempre hace las cosas muy bien.
No me llaméis "blog". Soy un globo que vuela a su aire, se renueva cada día y admite toda clase de pasajeros con tal que sean respetuosos y educados, y cuiden la ortografía. Me pilota desde hace algunos años un cura que trata de escribir con sentido sobrenatural, con sentido común y a veces con sentido del humor.
martes, 31 de marzo de 2009
Fin de trimestre
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7 comentarios:
Bueno, tampoco está mal que nos echemos unas flores de vez en cuando. El hecho de reconocer también nuestros propios méritos nos motiva para intentar hacerlo aún mejor la próxima vez.
Un saludo.
Qué buena racha don Enrique, qué bien de porta Dios...
la proxima semana te comentare algo
Qué maravilla... Yo cada vez que veo a jóvenes experimentando el perdón de Dios, me conmuevo profundamente...
Qué grande eres, Señor.
Por supuesto que lo están haciendo muy bien.Las horas de cofesionario se cuentan boble y si es con adolescentes...puede que hasta triple.
Gente joven comprometida y que lucha ¿que más se puede pedir?
D. Enrique, no le veo en ninguna foto... Pónganos una suya (vamos, si no es mucho pedir).
!Qué sentimental!
Mire que lleva años con confirmaciones y primeras Comuniones y siempre con una ilusión como si fuera la primera vez.
Lo suyo sí que es espíritu de juventud
No baje la guardia nunca, Don Enrique.
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