viernes, 12 de febrero de 2010

La memoria y el olvido


No es verdad que haya perdido memoria. Al contrario, tengo más recuerdos que nunca. Hay en mi cabeza un almacén ingente de nombres, de historias vividas, de risas y de lágrimas. Me han contado su biografía miles de personas: hombres, mujeres y niños, y aunque olvidé sus miserias en un segundo, recuerdo con nitidez todo lo bueno; incluso lo que nunca quisieron decirme.

Éste es precisamente el problema: el disco duro de la memoria es colosal, pero limitado, y el mío ya no admite ni un dato más.

Cuando tenía diez o doce años, muchos se admiraban de mi capacidad de retentiva. Era lógico: el disco estaba casi vacío. ¡Quién me diera hoy una trituradora de recuerdos, que destruyera en un instante y mandara al limbo del olvido esos datos estúpidos que me impiden seguir llenando el almacén! Si Dios me liberase de ellos, con sólo unos gramos de amnesia podría acordarme sin dificultad de lo que hice esta mañana, de la conversación con aquella chica… ¿cómo se llamaba?

Por fortuna hay otro disco duro que nunca se colma del todo; se dilata hasta el infinito. Es la memoria del corazón. Gracias a ella, cuando ya no sea capaz de recordar un nombre ni un rostro ni una historia, seguiré queriendo con un amor enorme, tan limpio y generoso que no parecerá mío.


15 comentarios:

Anónimo dijo...

Que no vale asustar!!!!!!!!!!!!!!!

Espero que esté bien...

Supongo que está y la entrada es sólo un "y si..., total, qué más da!".

c3po dijo...

Pensaba escribir un comentario sobre eso de la memoria. Pero no me acuerdo de qué quería decirle...

Andrés dijo...

Al igual que se aprende lo que gusta, se olvida lo que no interesa.
Simpre hay más para retener que para olvidar.

D.Enrique, para eso las empresas de farmacia inventan fórmulas mágicas para la memoria.

Saludos

Enrique Monasterio dijo...

No tengo más remedio que aclarar que mi memoria sigue siendo excelente, que este "pensiero", como casi todos, no tiene nada de autobiográfico.

Clara dijo...

Ya se lo decía el zorro a El Principito. "Sólo se ve bien con el corazón". Es vista es imborrable.

Emilio Muñoz dijo...

si es que sigue siendo un cachondo...

Lucía dijo...

D.Enrique, éstas entradas suenan nostálgicas y fatalmente como a despedidas. No se ponga así que necesitamos sus entradas diarias...

Yomisma dijo...

Siempre he pensado lo estupendo que será ser viejita y niña a la vez. Supongo que será un incordio para los que me cuiden, pero volver a la "infancia" de alguna manera es como el hacerse niños del Evangalio.Sin preocupaciones más que dónde he puesto mis muñecas, o qe caliente está la sopa.

Isa dijo...

Me ha encantado su entrada. El corazón nunca olvida lo que ha recibido y un corazón limpio siempre está dispuesto a dar más y más, a querer del todo.

Carmen dijo...

Es muy profundo lo que ha escrito. Gracias

Anónimo dijo...

Debo decirle que me recordo a mi Padre con sus palabras....cuando la memoria falla el corazon reacciona asi que no se preocupe.

Bendiciones!

Burbujita de Mani.

ROSA dijo...

GRACIAS por esta entrada,a decir verdad he llorado,Después le he pedido a un amigo diagnosticado de un alzheimer prematuro (58 años) que la leyese, me ha dicho después de hacerlo ”mira es otra forma de ver la cosa, pero me gusta más esta que la de la amargura con la que me levanto cada mañana", cumplo su encargo y le digo Dn. Enrique "gracias y muchas cosas mas" también en su nombre

Almudena dijo...

Amén

Laura dijo...

Wow! Me gusta. Saludos!!!! :)

Nico dijo...

Mi suegra dice que cuantos más nietos tiene, más les ama, que el corazón se amplía lo necesario para querer infinítamente a cada uno.