miércoles, 2 de marzo de 2011

Jugar con las palabras

 Aunque no sea lunes, el anuncio viene a cuento 
Anda preocupado el bueno de Enrique G-M después de leer en un libro de Uriarte que “los juegos de palabras hacen parecer más listos a los tontos y más tontos a los listos.”
Mi genial tocayo es muy dado a esos juegos ―a mi me ocurre lo mismo―, y tal vez se pregunta en cuál de las dos categorías debe situarse. Yo, como no soy ni muy listo ni muy tonto, pienso que mi imagen no sufrirá demasiado por muchas acrobacias verbales que emplee.
Por lo demás, el ingenio es un don innato que quizá tenga poco que ver con la inteligencia, pero sí con el humor en general y con el sentido del humor en particular. Aplicar ese ingenio a las palabras ―jugando con su sonido o con su aroma― es un buen recurso para arrancar sonrisas, para hacerse entender y para sazonar la prosa diaria con una chispa lírica. Despreciar ese adorno no parece inteligente.
Por cierto, el chascarrillo de Uriarte, ¿no es un simple juego de palabras? Al leerlo he recordado aquello que escribió Azorín ya no recuerdo dónde. Decía aquel gran prosista de Castilla que utilizar comparaciones para describir un paisaje es un recurso infantil. Y concluía: "comparar es como pedir al vecino que explique lo que nosotros no hemos sido capaces de expresar."
Una magnífica comparación, por cierto. 



7 comentarios:

Pierre dijo...

Donde dije digo, digo Diego.

E. G-Máiquez dijo...

Dios se lo pague, don Enrique.

La anécdota de Azorín también es consoladora.

Relicary dijo...

¡"Zasca" con Azorín! Cuando leo un libro es bien cierto que puedes tener un problema si tampoco conoces el objeto comparado, no sé si me explico.

Respecto a los juegos de palabras, no puedo evitar acordarme de una obra inteligente y que me ha revuelto de risa en mi cama: "Las aventuras de Asterix y Obelix".

Todos sus álbumes contienen algunos juegos de palabras que merecen mi enhorabuena a los traductores por su esfuerzo de adaptación al castellano. Son divertidos, con cierto aire de inocencia o simplicidad, y arrancan una sonrisa.

Juana la loca dijo...

Es lo de siempre: ¿Por qué hago la lista de la compra y luego me voy a la compra como una tonta?

Antuán dijo...

Las palabras son para cambiarlas de sitio si queremos expresar algo distinto con esa u otras palabras. Es desordenar el texto para dar una explicación distinta que pueda o no convencer. Es como el orden, para mi que es algo que supone un esfuerzo cuando me lo propongo solo lo consigo cogiendo una bolsa de basura e ir tirando lo suplerfluo y lo que queda que todavia es bastante cambiarlo de sitio.. Las palabras son como la pintura -yo uso la tabla, es más economica y el carpintero es amigo mio- un modo de expresión es hablar sin decir nada, aparentemente, yo se lo que quiero decir. No uso paleta la pinte. dierctamente en la tabla reparto los colores, tengo lo que quiero transmitir en mi cabeza. A veces lo escribo detrás, casi nunca firmo. dicen que los buenos pintores no lo hacen -perdonar mi insolencia- A veces cuando le llevo algo a Carmelo insiste: ¿que es? y me lo invento casi siempre: San Sebastián. (la playa y las rocas con arena de Bilbao). ¿Y que me decis del silencio? ¡puede decir tanto! Adiosle

DAVID DIAZ CRIADO dijo...

El truco consiste en no abusar de los juegos de palabras para que no parezca que los listos son tontos, sino que usandolos solo de vez en cuando los tontos parecen listos.
Verdaderamente todo en exceso es malo y yo a veces abuso de ellos aunque ahora no recuerdo ninguno.

Anónimo dijo...

Antuan no hables del silencio que también le apasiona a D.henry y nos vuelve a deleitar con otras 4 entradas mas. El año pasado los de León casi van a recogerle de Riaza. te acuerdas?.